La Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor insiste en que se abra la prescripción de opioides para tratar el dolor crónico no oncológico
España se enfrenta a un problema en el tratamiento del dolor crónico con el freno a la prescripción de opioides. Por un lado está el temor a lo que está pasando en Estados Unidos, donde el abuso de estos fármacos se ha convertido en un auténtico problema de salud pública que provoca más de 130 muertes diarias. Y por otro, está la necesidad de estos fármacos para que los especialistas en tratamiento del dolor actúen.
- Según el análisis del Ministerio de Sanidad, el fentanilo tiene un mayor uso en la Comunidad Valenciana, Galicia y Asturias. El tapentadol en Galicia, también Comunidad Valenciana y Cantabria. La Buprenorfina en Cantabria, La Rioja y Galicia. Y la Oxicodona y naloxona en Castilla‐La Mancha, Cantabria y Galicia.
Paracetamol, ibuprofeno y nolotil son la primera opción frente al dolor
La Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR) no entiende que se acelere la llegada del cannabis a las farmacias y aumenten las trabas para recetar opioides frente al dolor crónico. De hecho, argumenta que si bien el cannabis puede funcionar frente a las náuseas faltan evidencias científicas que lo certifiquen como analgésico potente.
Así, la Dra Elena Arregui, oncóloga y miembro de la SEMDOR, insiste en que carece de sentido que en España, donde hay medios para tratar el dolor, se pongan trabas para aplicarlos. Por este motivo recuerda que «si están bien prescritos, los opioides no tienen por qué generar dependencia».
Los especialistas cuentan con una escalera, avalada por la Organización Mundial de la Salud, que suben con el fin de mitigar el dolor de sus pacientes. En el primer escalón estarían paracetamol, ibuprofeno y nolotil y en el segundo, el tramadol y la codeína. El tercer escalón, previo al intervencionismo, es el fentanilo, acusado de miles de muertes en Estados Unidos porque, recetado sin control, a generado un importante problema de salud pública por adicción.
La clave, el dolor crónico no oncológico
Sin embargo, en España se recurre a ese tercer escalón de los opioides para el dolor oncológico, presente en más del 30% de los pacientes recién diagnosticados y en más del 70% de las fases tardías del cáncer. Aunque su prescripción requiere un informe previo, la Dra Arregui ha explicado que el freno a los opioides no es un problema en Oncología, pero sí en el dolor crónico no oncológico. El dolor neuropático, que estaría en el primer escalón del sufrimiento por dolor tiene dificultades para llegar a ese tercer escalón farmacológico.
En este contexto, la SEMDOR pide que sean los especialistas en dolor quienes decidan qué y cuándo recetar opioides, pero que no se frene su prescripción para pacientes que no tienen otra salida.
«Si están bien prescritos, los opioides no tienen por qué generar dependencia»
Según datos del Ministerio de Sanidad, en el último año el 6,7% de la población ha tenido acceso a analgésicos opioides, de los cuales el 88,7% se han obtenido a través de receta médica, y el 95% se han consumido siguiendo las instrucciones del médico.
SEMDOR es una nueva sociedad científica de dolor con un enfoque multidisciplinar, en la cual, médicos, farmacéuticos, psicólogos, fisioterapeutas, enfermeros y otros especialistas de la salud interesados en dolor se integran para constituir una sociedad en lucha contra el dolor.
Opioides en dolor neuropático, evidencia muy débil.
No sé dónde está el freno al uso de opioides en DCNO como se afirma.
El Plan Nacional de uso de opioides en DCNO se ha hecho con el fin de atajar la sobreprescripción de opioides en este tipo de dolor que se está produciendo en los últimos diez años, y en el que la eficacia de los opioides no está completamente demostrada.
Y otra cosa sin importancia.
EL congreso de esta nueva Sociedad Científica está patrocinado por Grunenthal (patrocinador Platino). Creo que está todo dicho.