Cuatro de cada 10 dosis de antidiabéticos no se retiran de las farmacias comunitarias, lo que se traduce en una falta de adherencia a los tratamientos por parte de los pacientes y en un 40% de incremento del gasto hospitalario.
Para mejorar estos resultados de salud y de adherencia a los tratamientos de los pacientes diabéticos, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Albacete ha puesto en marcha un programa pensando en el paciente diabético tipo 2, con charlas formativas dirigidas a los farmacéuticos, como la que se ha celebrado esta semana, que ha contado con casi medio centenar de participantes, y que ha corrido a cargo del doctor Antonio González Cabrera, especialista de Medicina de Familia y Comunitaria del centro de salud de Balazote.
González Cabrera ha abogado por un abordaje multidisciplinar de la diabetes tipo 2 por parte de los profesionales sanitarios y los familiares de los diabéticos, destacando el papel que desempeña el farmacéutico en el control y tratamiento de esta enfermedad.
El ponente ha recordado que la diabetes es la epidemia del siglo XXI, una enfermedad prevalente, con un crecimiento casi exponencial que, según las últimas estimaciones afecta al 13,6% de la población, aunque sólo un nueve por ciento ha sido diagnosticado de esta dolencia, lo que supone que en España hay alrededor de cinco millones de personas afectadas de diabetes y 400 millones a nivel mundial y se estima que para el 2030 el aumento de esta epidemia alcanzará los 500 millones de afectados.
Esta situación hace que el abordaje de esta enfermedad y en particular la prevención y el diagnóstico precoz para evitar complicaciones sea fundamental, porque entre ellas figura la posibilidad de que una persona diabética pueda quedarse ciega, sufrir una insuficiencia renal o la amputación de un miembro. Sin embargo, el problema de esta enfermedad es que quien la sufre no es consciente de los peligros de la misma hasta que no necesita de la administración de insulina.
Por ello, el doctor González Cabrera ha subrayado que «es fundamental la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes con diabetes tipo 2 y en eso consideramos que el papel que puede jugar el profesional de la farmacia comunitaria es fundamental», al igual, que como agente de salud a la hora de que estos pacientes lleven una alimentación saludable y practiquen ejercicio físico de forma continuada, «porque una diabetes bien controlada hace que el paciente pueda llevar una vida totalmente normal, sin complicaciones médicas de relevancia”.