La lumbalgia es una patología que produce dolor en la parte baja de la espalda, entre el límite inferior de las costillas y la zona glútea. Genera en España más de 2 millones de consultas al año en Atención Primaria. Además, representa la principal causa de incapacidad laboral en menores de 45 años. La Sociedad Española de Reumatología y la Sociedad Española de Columna Vertebral inciden en la importancia de la prevención ante la segunda causa de visita médica en Primaria.
«Hablamos, sin duda, de un problema de salud pública», señala el presidente de la Sociedad Española de Columna Vertebral, el Dr Luis Álvarez Galovich. Lo advierte con motivo de la celebración este viernes, 15 de noviembre, del Día Mundial del Dolor Lumbar.
«La patología de la espalda más importante es el dolor lumbar, agudo o crónico, que muchas veces se produce no por problemas estructurales, sino por problemas de deshabituación», afirma.
De hecho, el dolor lumbar es el segundo problema de salud crónico en España que más visitas a Atención Primaria genera. Su prevalencia tiene visos de seguir aumentando por factores de riesgo como la obesidad, llevar una vida sedentaria y la falta de ejercicio. Así como una mala higiene postural y la debilidad muscular.
Sedentarismo
“Pasamos cada vez más tiempo sentados y realizamos menos actividad física y esto influye en el debilitamiento de los músculos de la espalda, aumentando el riesgo de sufrir dolor lumbar. Además, factores como el sobrepeso, la obesidad, el estrés, y las malas posturas o movimientos repetitivos, también influyen en el dolor lumbar. En ciertos trabajos donde se realizan esfuerzos físicos intensos o con posturas incómodas, el riesgo es mayor”, advierte, por otra parte, el Dr. David Castro, reumatólogo del Hospital General Universitario de Ciudad Real.
Alto riesgo
Según los datos del GEER, aproximadamente un 80% de la población sufrirá un episodio de lumbalgia a lo largo de su vida. Si bien solo un pequeño porcentaje necesitará un tratamiento invasivo. «Una falta de musculación, la vida sedentaria que llevamos, el estrés, la ansiedad… todo eso hace que se acabe teniendo problemas de espalda y dolores que realmente, no tienen por qué estar relacionados con una hernia de disco o un disco enfermo o similar», puntualiza Álvarez.
El dolor lumbar crónico es un dolor que nace en la zona lumbar baja y persiste en el tiempo, y suele surgir a partir de los 40 años por la degeneración de los discos intervertebrales y las articulaciones posteriores. La prevalencia de esta patología es más alta en mujeres que en hombres, y en la mayoría de los casos el origen es inespecífico. Las causas más frecuentes del dolor lumbar son las mecánicas (hernia discal, traumatismo o lesión, problemas posturales), aunque también existen otras recurrentes como las inflamatorias (problemas reumáticos) o las viscerales (por un cólico, una pancreatitis o una úlcera de estómago).
La prevención, el mejor tratamiento
La Sociedad Española de Columna Vertebral recuerda que tener unas normas de higiene postural correctas, evitar el sobrepeso, descansar adecuadamente y realizar actividad física, se convierten en el mejor tratamiento posible frente a la lumbalgia mecánica. Practicar deportes aeróbicos, como pilates o natación, o simplemente caminar, reduce el dolor, el estrés y la ansiedad que puede llegar a provocar en los pacientes el dolor lumbar.
Para el Dr. Álvarez, «las dolencias de espalda debemos abordarlas de forma multidisciplinar y global, realizar un correcto diagnóstico y proponer un tratamiento ajustado a cada paciente. La mayoría se pueden tratar de forma conservadora, sin llegar a la cirugía».
Impacto en la calidad de vida
“La lumbalgia es uno de los síntomas más frecuentes de consulta médica y, aunque en la mayoría de los casos no representa un problema grave, su impacto en la calidad de vida puede ser alto. Por eso, buscar ayuda a tiempo y seguir un enfoque integral, que combine tratamientos no farmacológicos y farmacológicos, puede ser de gran ayuda para quienes lo padecen”, ha precisado el Dr. Castro.
Con relación al ejercicio, el especialista recuerda que “la realidad científica ha demostrado que tratar de recuperar la actividad diaria ayuda significativamente en la recuperación de las personas que sufren dolor lumbar. Si bien es cierto que el ejercicio hay que realizarlo con cuidado y adaptado a la limitación física de la persona en ese momento. Un ejemplo serían los ejercicios recomendados incluidos en el proyecto Reumafit de la Sociedad Española de Reumatología (ver enlace)”.
Analgésicos
El tratamiento farmacológico para la lumbalgia se recomienda cuando el dolor persiste a pesar de otros enfoques como el ejercicio, la fisioterapia o los cambios en el estilo de vida. “Los analgésicos suelen ser el primer paso, pero en casos de dolor intenso o crónico, puede ser necesario el uso de fármacos antiinflamatorios, relajantes musculares o incluso otro tipo de medicamentos con otras dianas. En algunos casos de lumbalgia crónica con causas inflamatorias, como la espondiloartritis axial, se puede requerir una terapia más especializada que incluya fármacos inmunomoduladores o biológicos. Siempre es importante que el tratamiento farmacológico sea supervisado por un profesional sanitario para evitar efectos secundarios y asegurar la eficacia y la adherencia”, explica.