• El infierno planea sobre la región

    Hasta 42 grados se alcanzarán este jueves en La Mancha albaceteña y en Toledo, después de un miércoles, con 40 grados, también infernal. Y es que el “riesgo importante” por altas temperaturas afectará a la práctica totalidad de Castilla-La Mancha durante toda la semana. Según la Agencia Estatal de Meteorología, esta ola de calor, la segunda después de la primaveral de junio, viene para quedarse. Además, la mínimas amenazan con impedir el sueño.

    Después de un inicio de verano frío, es ahora cuando las recomendaciones frente al calor cobran sentido.

    Así, nadie debe olvidar que las mejores medidas para afrontar las altas temperaturas son: protegerse del calor, refrescarse, beber y comer regularmente, pedir consejo médico y no dudar a la hora de ayudar o pedir ayuda.

    Sanidad recomienda evitar las salidas y las actividades en las horas más calurosas (generalmente entre las 2 y las 6 de la tarde) y más aún las actividades físicas como deportes y trabajos que requieran un importante esfuerzo físico. Si es necesario salir de casa a esas horas, buscar la sombra y llevar agua, ponerse sombrero, utilizar ropas ligeras y amplias y de color claro (de algodón a ser posible).

    Igualmente, se recomienda cerrar las persianas y las cortinas de las fachadas expuestas al sol, y mantener las ventanas cerradas cuando la temperatura exterior sea superior a la temperatura interior, abriéndolas por la noche, provocando corrientes de aire.

    Por otra parte, para refrescarse, es aconsejable permanecer dentro del domicilio en las habitaciones más frescas, así como ducharse o bañarse varias veces al día o humedecer el cuerpo.

    Otra de las recomendaciones es beber líquidos en abundancia, incluso sin sed (agua y zumo de frutas), no tomar alcohol; hacer varias comidas al día, incluyendo frutas y verduras (salvo en caso de diarrea), evitando las comidas copiosas.

    Asimismo, se recomienda pedir consejo médico, sobre todo si se toman medicamentos o si aparecen síntomas no habituales como calambres musculares en los brazos, las piernas o el vientre, o agotamiento más grave que pueda manifestarse por aturdimiento, debilidad e insomnio inhabitual.

    Finalmente, se recomienda pedir ayuda a un pariente o a un vecino si el calor nos hace sentir mal, e informarnos del estado de salud de las personas mayores de nuestro entorno que vivan solas o tengan una situación de fragilidad o dependencia, ayudándoles a comer y a beber.

    Los ciudadanos pueden recurrir al teléfono gratuito 900-252530 y al 112 si necesitan ayuda urgente.