• El Laboratorio de Oncología, en el aire

    Su responsable, el doctor Ricardo Sánchez, se plantea incorporarse  al  Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ante la preocupante situación de la investigacion en Castilla-La Mancha, pero quiere evitar que el Laboratorio de Oncología de la Unidad de Medicina Molecular del Centro Regional de Investigaciónes Biomédicas (CRIB) y las líneas en marcha se pierdan con su despedida. Es más, busca la sinergia entre el CSIC y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Este  laboratorio ha conseguido consolidarse a nivel nacional con líneas punteras como el reciente trabajo sobre genes virales con actividad supresora de tumores.

    Laboratorio de Oncología

    Cansado de promesas que no se han cumplido durante los últimos 7 años. Sánchez tira la toalla en lo que a medios y recursos  se refiere. Ya no espera nada del Parque Científico y Tecnológico de Castilla-La Mancha, dependiente de la Junta de Comunidades. Su objetivo central ahora es que el laboratorio y su equipo sigan con las líneas de investigación en marcha, a las que él tratará de dar impulso desde el CSIC. Y es que la suya es una más de las muchas historias de investigadores con una falta de medios endémica y de una burocracia que escapa a la lógica.

    Ricardo Sánchez recaló en la Facultad de Medicina avalado por uno de los programas nacionales más prestigiosas para jóvenes investigadores

    Ricardo Sánchez es un investigador que recaló en Albacete, en el CRIB de la Facultad de Medicina, avalado por uno de los programas nacionales más prestigiosas para jóvenes investigadores, el Ramón y Cajal, bajo la promesa de una región emergente, con un campus sanitario que se gestaba y con una clara apuesta por la investigación biomédica.

    Tras cinco años como investigador Ramón y Cajal, se incorpora al programa INCRECYT del Parque Científico y Tecnológico. Así, con el paso de los años, el Laboratorio de Oncología ha seguido avanzando, pero en una situación cada vez más precaria, a trompicones, sin estabilidad alguna, con continuos avisos de despido y con un decreciente apoyo a la investigación por parte del Gobierno regional, independientemente del color político.

    Este científico es un ejemplo más de la difícil situación que afronta la investigación

    Un ejemplo de la difícil situación que afronta la investigación en Castilla-La Mancha es la ausencia de convocatorias de proyectos regionales en los últimos cuatro años, lo que ha llevado a que el equipo de Sánchez haya mantenido su actividad gracias a los proyectos del Ministerio de Economía y Competitividad –los más codiciados a nivel nacional-, a la Fundación Leticia Castillejo y al plan propio de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha.

    En esta situación de carencia de medios se han perdido numerosos jóvenes (y no tan jóvenes) investigadores, que, al quedarse sin contrato, sin beca o sin medios para seguir, han tenido que marcharse de Albacete. Todo apunta a que el próximo será Ricardo Sánchez. Pese a no ser plantilla de la Facultad de Medicina, la Universidad de Castilla-La Mancha ha hecho lo que ha estado en su mano para afianzar a este investigador.

    Laboratorio de Oncología

    Ante un futuro incierto y con la sensación de que “aquí en Castilla-La Mancha la investigación no importa”, Ricardo Sánchez se plantea dejar este tren y subirse en otro, en primera clase, en el CSIC, la mayor institución pública dedicada a la investigación en España y la tercera de Europa. Espera que en este nuevo tren valoraren lo que hasta ahora no ha pesado, su currículum y trayectoria investigadora. Pero no quiere que se queden en la estación ni su equipo ni su trabajo.

    El último logro ha sido bloquear la aparición de tumores en animales expuestos a carcinógenos en su piel

    El último logro del laboratorio de Ricardo Sánchez ha sido bloquear la aparición de tumores en animales expuestos a carcinógenos en su piel. El estudio se acaba de publicar en la prestigiosa revista “Cancer letters”.

    La clave está en el gen E1A en el que Sánchez lleva trabajando los últimos 20 años y cuyo grupo había demostrado que era capaz de inducir quimio y radio sensibilidad en las células tumorales. Este trabajo  abre puertas para seguir luchando contra cánceres tan agresivos como el glioblastoma.

    El uso de este gen no será inmediato, pero es un modelo perfecto para observarlo, para que más  laboratorios impulsen el logro de Albacete y vean por qué este gen, de origen viral, frena los tumores, ya que lo que importante es saber qué mecanismos celulares altera.

    Se da la circunstancia de que este último logro es la parte central de la tesis del albaceteño Francisco José Cimas Felipe, becario predoctoral de la Fundación Leticia Castillejo Castillo.