• El reloj biológico no perdona

    A partir de los 35 años cae la tasa de fecundidad y aumenta la de aborto. La importancia de pensar en la fertilidad futura y de preservarla cuando se va a retrasar la maternidad ha sido uno de los principales puntos que han recalcado las ginecólogas del Instituto Bernabeu de Albacete, Lydia Luque Martínez y la doctora María Antonia López Rubio durante un encuentro profesional. Ambas reconocen que a pesar de la evolución de la medicina reproductiva en las últimas décadas, todavía hay una escasa concienciación de que el reloj biológico corre en contra de la maternidad.ecografia_instituto_bernabeu

    A partir de los 35 años la fertilidad va decayendo y por eso advierten de que se debe concienciar en la preservación a profesionales y a la población en general. Este tema es especialmente importante si los pacientes se enfrenta a un cáncer o a un tratamiento.

    Ambas doctoras han participado esta semana en el ciclo de conferencias organizado por la Sociedad de Medicina y Cirugía en el salón de actos del Museo de Albacete bajo el título: “¿Qué nos aporta la medicina reproductiva actual? De la medicina profertilidad y preservación social de gametos a la actuación en situaciones oncológicas especiales”.

    La doctora Luque Martínez recuerda que los avances en materia de fertilidad en las últimas cuatro décadas han dado pasos de gigante. Destaca el desarrollo de la biología molecular y la genética “que han permitido que personas con enfermedades cromosómicas y genéticas tengan niños sanos”. Asimismo, la donación de gametos (óvulos y espermatozoides) también es una solución para madres que bien tienen o se acercan a la menopausia, mujeres con fallo ovárico, aquellas que afrontan la maternidad solas o parejas de mujeres.

    Los avances han permitido que personas con enfermedades genéticas tengan niños sanos

    La doctora Luque ha insistido a su auditorio que es sumamente sencillo advertir el estado de la reserva ovárica de una mujer cuando se realiza una exploración ginecológica rutinaria y que se le debería ofrecer la información para que decida si quiere preservar su fertilidad.

    Criopreservación

    Uno de los avances más importantes se ha producido gracias al desarrollo de la congelación de gametos y de embriones a través de la criopreservación. Una solución para preservar la fertilidad en los casos en los que hay una enfermedad.

    La doctora López Rubio señala que sobre este sistema los profesionales cada vez lo tienen más claro e informa a los pacientes de que hay tratamientos quirúrgicos u oncológicos que pueden producir esterilidad y que el paciente “puede conservar sus óvulos o espermatozoides para retomar su deseo reproductivo”. La doctora Luque recalca que Instituto Bernabeu cuenta con el único criobanco en Castilla-La Mancha de óvulos, espermatozoides y embriones donde se puede realizar todo el procedimiento y la custodia.

    Las ginecólogas han lamentado que no todos los profesionales esten concienciados de que a partir de los 35 años cae la tasa de fecundidad y aumenta la de aborto. Y tampoco hay un conocimiento generalizado de que eso es así, que el reloj biológico no tiene marcha atrás y la edad es un condicionante. “Hay señoras que pasan sus revisiones, pero no se les informa de que si quieren tener un hijo su pronóstico reproductivo empeora. Esto se debe implementar entre los compañeros”, insiste la doctora López Rubio.