• El Reto de Pablo afronta 679 kilómetros sin respiro

    El Reto de Pablo afronta 679 kilómetros en bicicleta, de Sevilla a Albacete, atravesando la Sierra de Cazorla. Un esfuerzo extenuante, durante 60 horas, sin dormir y con una sola motivación, conseguir fondos para investigar contra el cáncer infantil. La prueba arranca este jueves, 27 de septiembre, desde el Hospital Virgen del Rocío, y termina el día 29 en Albacete, en los Depósitos del Sol, pero el equipo salía este miércoles hacia Sevilla.

    José Luis López lo hará de nuevo, se subirá a la bicicleta para llamar la atención sobre el caso de su hijo y la necesidad de investigar sobre el cáncer infantil. Si un tratamiento ha conseguido lo que parecía imposible, que Pablo sobreviviera a un neuroblastoma, esta familia quiere que todos los “pablos” que vengan detrás tengan la misma oportunidad.

    El éxito del tratamiento de Pablo contra el neuroblastoma anima a sus padres a recaudar fondos para investigar por los niños que puedan sufrir este cáncer infantil en el futuro

    Aunque Pablo está curado. De hecho, lleva año y medio sin tratamiento, sus padres, Montse y José Luis, y cuantos los han apoyado, seguirán recaudando fondos.

    Así, si el año pasado el reto fue recorrer los más de 650 kilómetros que separan Barcelona de Albacete, en esta ocasión son los 679 kilómetros de Sevilla a Albacete, con la dificultad que supone atravesar la Sierra de Cazorla. La travesía comenzará el 27 de septiembre y acabará el 29.

    El reto de este año consiste en 679 kilómetros en bicicleta, sin dormir y atravesando la complicada Sierra de Cazorla

    El año pasado, el 7 de octubre, a las 12,40 horas, José Luis López llegaba a la plaza albaceteña de los Depósitos del Sol. El logro no era únicamente alcanzar la meta, había conseguido salir en los telediarios nacionales con su historia, que su mensaje llegara a todos los hogares españoles. Detrás estaban el pediatra Lorenzo Boira, que iba en la caravana de apoyo, la fisioterapeuta Raquel Molano, sus hermanos Ángel y Juan Carlos o los ciclistas de Valdeganga, pero el verdadero protagonista fue Pablo y todos los niños que están o estarán en su situación, pendientes de que los investigadores avancen.

    Boira ha confirmado a www.diariosanitario.com que este año se suma de nuevo a la caravana como pediatra del niño, médico de esta aventura y, sobre todo, como amigo. “Los he visto luchar y su ilusión, su compromiso con la investigación, su lucha contra el neuroblastoma es contagiosa”.