• El Sescam culpa de las agresiones al Plan Catalejo

    Los casos de agresiones al personal sanitario se suceden. Sin embargo, el Sescam asegura que los centros sanitarios dependientes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha cuentan con una amplia red de dispositivos de seguridad, casi 5.000 desplegados, que están siendo objeto de auditoría y refuerzo, según ha asegurado el director general de Recursos Humanos del Sescam, Iñigo Cortázar, durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad de las Cortes regionales para informar sobre las medidas de seguridad en hospitales y centros de salud de la Comunidad Autónoma. Cortázar ha puesto el acento en la descentralización del Plan Catalejo. 

    En 2016, un paciente la emprendió a martillazos con el coche de su médico.

    Unos dispositivos de seguridad que, según ha dicho, “funcionan correctamente” y que han resistido “de manera razonable” los recortes producidos en 2013. Ha recordado, durante la anterior legislatura “inexplicablemente” quedó desarticulado el denominado Plan Catalejo, implementado entre los años 2007 y 2011, como medida complementaria al Plan Perseo y destinado a reforzar los sistemas de seguridad, tanto activa como pasiva que tenían los centros sanitarios.

    “A día de hoy desconocemos los motivos de aquella decisión, que provocó que se pasará de un Plan totalmente centralizado a la situación actual, en la que las medidas y dispositivos de seguridad dependen de cada gerencia, a las que se abandonó a su suerte”, ha subrayado Cortázar.

    El Plan Catalejo supuso una inversión superior a los siete millones de euros en cuatro años y  contempló varias acciones diferenciadas, como un sistema de televigilancia mediante sistemas técnicos, un servicio de localización y posicionamiento de los profesionales en sus desplazamientos en unidades móviles y servicio de vigilancia y seguridad presencial, coordinadas desde un puesto exclusivo y permanente para el Sescam en una Central Receptora de Alarmas.

    El Plan Catalejo se provincializó, dejando la seguridad de cada gerencia a su suerte, según Cortázar

    Cortázar ha explicado que el programa contaba con un sistema de gestión de la información asociada a las incidencias producidas que permitía no solo tener datos diarios sino una información histórica que apoyara la toma de decisiones en la mejora de la seguridad de los Centros de Salud y Consultorios locales.

    Entre las acciones contempladas estaba la instalación de elementos de detección y transmisión de alarmas antiintrusión (detectores volumétricos, detectores de rotura de cristal, pulsadores de alarma, etc) y sistemas de videovigilancia para captación y grabación permanente de imágenes (domos y minidomos) en los Centros de Salud y Consultorios Locales.

    Este sistema estaba configurado de tal manera que cada vez que se disparase una alarma, bien por intrusión o por la activación de alguno de los pulsadores, la cámara instalada se orientará hacia el lugar donde se está produciendo el incidente para grabar de forma inmediata.

    El Sescam está estudiando la manera de “recentralizar” de nuevo el Plan Catalejo

    Las imágenes tomadas eran visualizadas en tiempo real por el operador de la Central Receptora de Alarmas, quien, siguiendo los protocolos de actuación definidos en Catalejo, comunicaba con el Centro de Salud o Consultorio afectado y/o con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que se personen de inmediato en el lugar de los hechos.

    Cortázar ha explicado que el Observatorio de la Violencia, puesto en funcionamiento a finales de 2017, está realizando una auditoría de todos los sistemas de seguridad de los centros sanitarios de la región con el objetivo de verificar su correcto funcionamiento y para establecer unos estándares mínimos aplicables a todas las gerencias que permita mejorar la protección pasiva de los profesionales del sistema sanitario público regional.

    A este respecto, ha avanzado que el Sescam está estudiando la manera de “recentralizar” de nuevo el Plan Catalejo, cuestión no exenta de complejidad ya que la existencia de un contrato administrativo por cada una de las gerencias conlleva que se deba acompasar el final de cada uno de ellos para poder proceder a una ejecución única, situación que está siendo objeto de análisis desde el punto de vista jurídico.

    Acusación particular en caso de agresiones

    Por otra parte, el director general de Recursos Humanos ha informado sobre las actuaciones llevadas a cabo por el Sescam con motivo de las agresiones sufridas el año pasado por cuatro profesionales del Centro de Salud de El Casar, en Guadalajara, y que se enmarcan dentro de la acciones de revisión y mejora del Plan Perseo.

    Según ha indicado Cortázar, hace menos de un mes, el 25 de junio, el Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara, acordó mediante auto continuar con el procedimiento penal por lesiones contra el agresor, “procedimiento que esperamos se sustancie a la mayor brevedad posible y que recaiga sobre el agresor las consecuencias penales que sean necesarias para el resarcimiento de los agredidos”.