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El Sescam permitió antes del tratamiento que Jesús conservara su esperma en un hospital madrileño. Sin embargo, ahora le niega la inseminación artificial para que pueda tener otro hijo con su mujer, y además la sanidad pública no asume el traslado de las muestras de Madrid a Albacete. Este paciente de oncología ha tenido que pagar el transporte de su esperma y el tratamiento de fertilidad en una clínica privada. Ha trasladado su caso al Defensor del Pueblo, a Atención al Paciente e, incluso, al presidente de la Junta.
Jesús, en una imagen de archivo tomada antes del trasplante de médula.
Le diagnosticaron un mieloma con 32 años
Cuando tenía 32 años, Jesús se sometió a un análisis de sangre por recomendación de su mujer, que es enfermera. Se encontraba perfectamente, pero por aquello de “más vale prevenir”, accedió. Aquel paso marcó un antes y un después. Los resultados no fueron los esperados. A Jesús le diagnosticaron un mieloma múltiple, un “primo” de la lecucemia que le obligó a pasar por sesiones de quimioterapia y un trasplante de médula.
Antes del tratamiento final, el más agresivo, su hematólogo le recomendó que congelara esperma porque había muchas posibilidades de que quedara estéril. Entonces ya tenía un hijo y el sistema público de salud, el Sescam, era consciente de ello. Sin embargo, le costeó dos viajes en ambulancia al Hospital Ramón y Cajal para conservar el semen.
Ahora, con 35 años, Jesús quiere volver a ser padre, pero lleva año y medio en un túnel sin salida. La Administración -el Sescam en este caso- le dice que no puede costearle la fecundación porque, al tener un hijo, no se la cubre. Pero el sistema público de salud no solo se desentiende del tratamiento de fertilidad, también se niega a pagar el traslado de las muestras.
Jesús y su mujer ya han invertido 7.000 euros en un intento de embarazo fallido. Han tenido que pagar una inseminación que no ha resultado y también han costeado el traslado de las muestras desde el hospital madrileño hasta un centro privado de reproducción asistida al que han recurrido en Albacete.
El matrimonio ha pedido ayuda al Defensor del Pueblo, a la Asociación Española Contra el Cáncer, a Atención al Paciente del Complejo Hospitalario de Albacete e, incluso, al presidente de la Junta, Emiliano García-Page. El Sescam no da solución, aunque pone de manifiesto la contradicción. Reconoce que dentro de la cartera de servicios sí entra conservar el esperma, en Madrid, porque Albacete carece de recursos para ello, pero, a partir de ahí, es el paciente el que tiene que costear tanto el traslado como lo que quiera hacer con las muestras.
El Sescam cubre conservar el esperma, pero no la inseminación en este caso
Se da la circunstancia de que el urólogo que certificó su infertilidad y le animó a la inseminación, Ibrahim Hernández, es el mismo que hoy como gerente del Complejo Hospitalario le ha tenido que comunicar que el Sescam no cubre el proceso porque ya tiene un hijo. Asimismo, aunque Castilla-La Mancha tiene las transferencias sanitarias, la Administración regional se escuda en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud.
Jesús ya ha agotado una oportunidad. Le quedan tres muestras y hará lo posible para que su hijo tenga hermanos con o sin el apoyo del Sescam. Eso sí, llegará hasta el final porque considera que habrá cientos de casos como el suyo que, si no tienen recursos económicos, habrán renunciado a ser padres por estar enfermos.
Diario Sanitario tiene la documentación completa. Aquí sólo se ve parcialmente para preservar el anonimato del paciente.
