Se ha convertido en el arma arrojadiza de los partidos políticos, pero Castilla-La Mancha no puede sobrevivir sin la sanidad privada y lo más importante, sin concertar con ella. La Región invirtió el año pasado 16 millones de euros en aliviar las listas de espera derivando a la privada y la previsión para este año se mantiene. De hecho, la diferencia es de 5.890 euros. Pero el grueso de derivaciones a la sanidad privada no está aquí. La llamada “atención sanitaria con medios ajenos” ha pasado de 201 millones a 123 en cinco años. Ha sido este año cuando la reducción se ha frenado.
Y es que una cosa son los conciertos para reducir las listas de espera y otra el capítulo conocido como Atención sanitaria con medios ajenos, es decir, ambulancias, hemodiálisis, oxígeno o logopedia. La suma de ambas partidas siempre ha sido llamativa. Además, aquí las cifras sí habían cogido un camino descendente que este año se vuelve a estabilizar.
En 2010, la atención sanitaria derivada a empresas privadas suponía un coste al Sescam de más de 191 millones de euros. En 2011, esta cifra subió a cerca de 202 millones de euros y, en 2012, con el cambio de Gobierno en Castilla-La Mancha, el descenso fue drástico, situándose en 145,6 millones de euros. Los conciertos con la sanidad privada se fueron reduciendo hasta el año pasado, cuando se quedaron en 123,2 millones de euros. Cerca de ochenta millones de euros menos en cinco años.
Este año se prevé una inversión en empresas privadas de 122,9 millones de euros
De cara a 2016, los Presupuesto de Castilla-La Mancha, aún pendientes de aprobar, reflejan una cifra muy similar a la del año pasado en lo que a conciertos privados se refiere. Se mantienen los 16 millones de euros para aliviar las listas de espera, igual que en 2015, y los conciertos con empresas privadas se sitúan en 122,9 millones de euros. Sin redondeos, la anunciada reducción de derivaciones a la sanidad privada se queda en 300.000 euros de ahorro.
Si se aprueban los Presupuestos de Castilla-La Mancha, se volverán a invertir 16 millones de euros en reducir listas de espera recurriendo a la privada
La dependencia entre pública y privada siempre ha estado ahí. El Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, por ejemplo, no dispone de cirugía cardíaca. También ha sido históricamente imprescindible el apoyo en hemodiálisis, pruebas diagnósticas, oxígeno o, por ejemplo, transporte sanitario.