• El Sescam ofrece 59.000 euros para formar a sus “líderes”

    Quiere dotar de más recursos personales a sus directivos, líderes de áreas clínicas y mandos intermedios. Hasta el 22 de agosto, las epresas pueden presentar ofertas para diseñar e impartir un programa de desarrollo y formación en el que la sanidad pública de Castilla-La Mancha, el Sescam, pretende invertir más de 59.000 euros, según consta en el Perfil del Contratante de la Administración autonómica. 

    Imagen de archivo de un encuentro formativo del Sescam.

    Los cargos a los que el Sescam quiere formar, la mayoría de mérito político, se apuntan así a la moda del anglicismo “coach” y las técnicas de liderazgo, que consiste en mandar sin que se note, sin imponer. De hecho, el año pasado, en un contexto complicado y nada novedoso, el de las listas de espera y la falta de personal, el Sescam recurrió a una abogada experta en inteligencia emocional para “entrenar” a sus responsables de Enfermería.

    Y es que las cualidades en las que se quiere incidir son la creatividad, la superación personal, la inteligencia emocional y social, la actitud y la motivación, tanto personal, como la del equipo humano con el que trabajan. Se trata de dirigir sin conflictos y con eficiencia en un clima tenso, el de una sanidad pública que se enfrenta a falta de personal y recursos.

    De hecho, el Gobierno de Castilla-La Mancha ya ha anunciado en numerosas ocasiones su intención de promover el liderazgo de los directores gerentes y de los equipos de dirección de cada Gerencia para mejorar la implantación, apoyo y seguimiento de los proyectos de seguridad del paciente.

    La directora gerente del Sescam advertía recientemente que se ha asumido como un objetivo prioritario minimizar los riesgos derivados de la atención sanitaria y crear una cultura de seguridad del paciente, de manera que se eviten los posibles eventos adversos, como los riesgos quirúrgicos, de infecciones nosocomiales o los derivados del uso de medicamentos.

    Para ello, se aboga por trabajar en dos líneas fundamentales, además de formar en liderazgo a sus gerentes. Por un lado, empoderar al paciente y “hacerle dueño de su proceso”, para lo cual debe estar informado y formado y, por otro, conocer los errores que se producen y que suelen repetirse para implantar medidas que los eviten.

    En este sentido, Leal destacaba recientemente la puesta en marcha de la Red de Expertos y Profesionales en Seguridad del Paciente, una de las herramientas de las que se ha dotado la Consejería de Sanidad para avanzar en la consecución de estos objetivos.