• Fallece Encarnación Rodríguez, el espíritu de Amiab

    La asociación Amiab confirma este 3 de agosto la muerte de Encarnación Rodríguez Cáceres, su presidenta, después de una larga enfermedad. Llegó a ser ‘hija adoptiva’ de Castilla-La Mancha. Pero detrás de esta meta hubo toda una carrera de obstáculos. Si Encarnación Rodríguez Cáceres hubiese nacido en el siglo XXI, no tendría que haber salido de su pueblo para sortear las escaleras de su instituto. Pero el destino quiso que tuviese que abandonar El Ejido (Almería) para continuar sus estudios en un centro sin barreras arquitectónicas. Así acabó en una ciudad, Albacete, que hace tres décadas estaba a seis horas en coche de su casa.

    Encarnación Rodríguez Amiab
    • Su velatorio será en el Tanatorio Municipal de Albacete este jueves 3 de agosto a partir de las 16:30 horas. Este viernes, a las 09:00 horas, en el mismo lugar, habrá una misa por su descanso y posteriormente será trasladada a El Ejido (Almería) donde será el entierro.

    Encarnación Rodríguez Cáceres, la presidenta de Amiab, ya es oficialmente 'hija adoptiva' de Castilla-La Mancha.
    Encarnación Rodríguez, presidenta de Amiab, junto a los reconocidos de Albacete en el Día de Castilla-La Mancha.

    La presidenta de Amiab se enfrentaba a una enfermedad degenerativa

    A base de estudio y esfuerzo, aquella niña de pueblo con distrofia muscular ha sido una mujer independiente y formada de la que han dependido más de mil personas. Y es que Rodríguez Cáceres ha sido la presidenta de Amiab, la asociación de personas con discapacidad de Albacete, que se ha labrado un nombre a nivel nacional con sus empresas y suena en el ámbito internacional gracias a los éxitos de su equipo de baloncesto en silla de ruedas.

    Rodríguez Cáceres debía sus éxitos a su tesón y al esfuerzo de sus padres, que no dudaron en llevar a su hija a Albacete, aunque les costara doce horas de viaje, igual que no escatimaron en consultas en Madrid y Granada para buscar las respuestas que aún no tiene su enfermedad.

    Hija de agricultor y ama de casa, Rodríguez Cáceres creció en una casa en la que eran siete hermanos, por lo que no le frenó la súper protección a la que podría haberse enfrentado una niña con discapacidad en los años setenta.

    El diagnóstico llegó a los 7 años. Desde entonces supo que sufría una enfermedad muscular degenerativa para la que no había cura. Pero eso no le impidió salir de casa con 14 años para estudiar el grado de Administrativo en el Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos (CRMF), en Albacete. Entonces, Encarnación ya caminaba con dificultad, de ahí que la silla de ruedas fuera su apoyo desde los 16 años.

    Con 29 años era independiente, tenía tres títulos, dos de ellos universitarios, y no le frenaba nada

    Después de la Formación Profesional, llegaron la diplomatura en Relaciones Laborales y la licenciatura en Derecho. Pronto quedó patente que Encarnación no era una joven normal. Con 29 años era independiente, tenía tres títulos, dos de ellos universitarios, y no le frenaba nada. Podía optar a una paga por su enfermedad o a cualquier trabajo por su sobrada preparación, pero vinculada a Amiab desde 1987, desde los inicios de la asociación, le ofrecieron trabajar ahí y no se lo pensó dos veces.

    En 1996, Amiab había creado el primer centro especial de empleo, su primera empresa para dar trabajo a la discapacidad. Encarnación Rodríguez entró en 1999 para hacer un poco de todo, pasando finalmente al área de recursos humanos.

    Más de mil personas esperando una oportunidad

    Por aquel entonces, la asociación empezaba con la desinfección, desinsectación y desratización, hoy, décadas después, cuenta con dieciséis actividades diferentes, con empresas en Albacete, Madrid, Murcia, Valencia y Almería e incluso con un laboratorio propio para su servicio de prevención de legionela.

    Amiab ha creado una red de empresas de éxito en la que los beneficios se reinvierten en crecer y crear más empleo donde la discapacidad no sea una barrera. Así, aquella asociación que nació hace tres décadas para tener su propio equipo de baloncesto, hoy también crea empleo e invierte en proyectos sociales.

    “Trabajo con un equipo increíble”

    Y es que Encarnación Rodríguez aseguraba que, aunque ella diera la cara como presidenta, “trabajo con equipo increíble”.

    Su agenda no le daba respiro, pero cuando echaba la vista atrás reconocía que se había avanzado mucho. No obstante, cada vez que salía con su pareja, en silla de ruedas como ella, veía que aún queda mucho por hacer. Pequeños detalles como coger el autobús para ir al cine, ya era un hándicap, porque no podían subir juntos. De todas formas, lo que más le preocupaba es que, a pesar de todo el trabajo y de la importante expansión de los centros especiales de empleo, aún hay personas esperando una oportunidad.

    Protagonista en la gala de entrega de los XXIII Premios de Inclusión Social

    Encarnación Rodríguez Amiab

    Encarnación Rodríguez Amiab