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La interinidad afecta al 50% de las mujeres frente al 25% de los hombres
Una encuesta a 5.000 médicos colegiados pone de manifiesto las desigualdades entre hombres y mujeres, más patente en lo referente a precariedad laboral. Ellas siguen siendo las que reducen su jornada y su sueldo para cuidar a los hijos. El acoso también se ceba con ellas, que se enfrentan a importantes diferencias salariales con los hombres.
Una encuesta a 5.000 colegiados pone de relieve que dos tercios de las profesionales han visto o vivido situaciones de desigualdad
El Observatorio de Género y Profesión del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha presentado hoy los datos de la última encuesta para conocer la situación de la mujer, una fotografía que refleja que dos tercios de las profesionales ha visto o vivido en primera persona situaciones de desigualdad por cuestión de género.
La encuesta a 5.000 colegiados, respondida entre los meses de octubre de 2021 y enero de 2022, pone de relieve que existe un mayor número de contratos interinos y temporales para las mujeres que ejercen la Medicina. Así, se refleja que el 40,3% del total de encuestas tiene contratos de interinidad o eventuales. No obstante, en las mujeres este porcentaje es superior al 50% mientras que en los hombres se sitúa en el 25,3%, es decir, la mitad que en las mujeres. Esta precariedad la padecen mucho más los segmentos más jóvenes, siendo especialmente destacable en menores de 35 años para ambos sexos.
El 80% de las mujeres coge reducción de jornada por hijos frente al 10% de los hombres
La encuesta pone de relieve que existe un 16,6% del total de los participantes que están acogidos a algún tipo de reducción de jornada. El motivo principal de las mujeres es por el cuidado de hijos e hijas que representa un 81% en las médicas, mientras que en los médicos es el 11,6%. El segundo motivo es por motivos de “calidad de vida”, en este caso los porcentajes se invierten notablemente, representando un 70,1% para los hombres frente al 32,1% de las mujeres.
Respecto a la repercusión de la reducción de jornada en la vida laboral, la mitad de las médicas (50,1%) considera que tiene algún impacto negativo para su vida profesional en cuanto a posibilidades de desarrollo profesional y/o capacidad económica frente a un 18,8% de los facultativos.
Una mayor necesidad de conciliación entre las mujeres
Los datos evidencian que dos tercios de las mujeres (66,6%) que ejercen la medicina han visto, sufrido, o ambas, situaciones de desigualdad relacionadas con una cuestión de discriminación por género. Dentro de este porcentaje la mitad de las encuestadas afirma haberlas experimentado en primera persona y percibirlas también en otras compañeras. En cuanto a términos globales (hombres y mujeres) el 44,5% declara haber visto o vivido este tipo de situaciones de desigualdad.
Respecto a los motivos por los que perciben que existen situaciones de desigualdad de género en la profesión médica, el primero es porque existe una mayor necesidad de conciliación entre las mujeres, seguido por una mayor dificultad de acceso a los puestos de gestión o dirección; menor reconocimiento de las mujeres por parte de superiores; peores condiciones laborales de las mujeres; acoso laboral y finalmente, discriminación salarial.
Diferencias salariales
En referencia a las diferencias salariales por cuestión de género un 21,3% de todos los encuestados afirman que han vivido o han visto situaciones de desigualdad relacionas con las remuneraciones de los profesionales. Este porcentaje aumenta hasta el 33,2% en las respuestas efectuadas únicamente por las médicas. Entre los motivos que provocan estas desigualdades se encuentran el acogimiento a medidas de conciliación, ocupar menos puestos de responsabilidad y realizar con menos frecuencia actividad extraordinaria.
Valorar el currículo de forma anónima, la medida más valorada
Al respecto de las medidas más adecuadas para facilitar la promoción de las médicas a los puestos de dirección y gestión casi el 70% de todos los encuestados considera que valorar el currículo de forma anónima según capacidad, méritos y objetivos es la medida más adecuada. Tener tribunales paritarios, incorporar a las mujeres en función de criterios de paridad y mejorar las medidas de conciliación son otras de las medidas más aceptadas, aunque en éstas se observan importantes diferencias por cuestión de género.
El acoso laboral también se ceba con ellas
Un tercio (33,3%) de todos los profesionales encuestados manifiesta que ha sufrido algún tipo de agravio o perjuicio por parte de sus superiores. No obstante, si separamos entre hombres y mujeres ellas se sitúan por encima de la media con un 39,3% frente al 26,8% de los hombres. Este acoso se produce mayoritariamente en las edades comprendidas por debajo de los 50 años.
Cualquier estudio de asociación digno, que busque conocer la verdad y no tenga conclusiones prefijadas, haría un análisis multivariable para ver si las diferencias encontradas no se deben la la creciente feminización de la medicina. La prevalencia de la mujer en la universidad y de ahí hacia el futuro está muy lejos de la paridad reclamada. Es obvio que entre los profesionales mas jóvenes la estabilidad en el empleo es mayor y es obvio que las mujeres son mayoría. Quizá, para corregir la mayor precariedad laboral de la mujer debiéramos centrarnos en establecer un mecanismo que procure la paridad desde la entrada a las facultades.
O al menos hacer estudios serios y no manipular las estadísticas obviando el efecto de la edad. Es dificil que consigamos la paridad entre los profesionales de la medicina de mas de 60 años, salvo que prejubilemos a los hombres. Y no es justo que las generaciones actuales de hombres tengan que corregir desigualdades pasadas.