• Dificultades para tener especialista en la sanidad privada

    Albacete lleva más de dos años sin endocrino en la privada, lo que obliga a los pacientes a salir de la provincia

    En provincias como Albacete, es imposible encontrar un endocrino en la sanidad privada. No hay especialista ni en compañías ni en los dos hospitales de Quirónsalud. Y es que faltan médicos especialistas en la pública y en la privada, donde las citas cada vez se demoran más.

    Imagen de archivo de una consulta de Endocrinología en el Hospital General Universitario de Albacete.
    • Los pacientes de Adeslas pueden exigir un endocrino en Albacete y que los deriven a la sanidad pública. Otra opción es visitar al especialista fuera de la provincia.

    Un diabético tipo 1, por ejemplo, necesita un endocrino, además de un equipo de enfermería experimentado que lo guíe. Pero en provincias como Albacete esta especialidad hace más de dos años que no está en la sanidad privada, dejando huérfanos a los pacientes de las compañías, que tienen que salir de la provincia u optar por la derivación de la sanidad privada a la pública. Los últimos endocrinos fueron los doctores José Joaquín Alfaro y Silvia Aznar, que renunciaron antes de la pandemia.

    Y es que especialistas consultados por Diario Sanitario aseguran que en la sanidad privada hay un problema creciente. Tampoco es ajena a la falta de médicos, desde dermatólogos y neurólogos hasta endocrinos. Además, después de la pandemia, hay un cambio de mentalidad. El tiempo se valora más y facultativos que compaginaban pública y privada no solamente han dejado la segunda, también han pedido reducciones de jornada.

    Cada día más médicos renuncian a las compañías, hasta el punto de que hay provincias donde faltan especialistas fuera de la sanidad pública. También hay una guerra de precios en la que un neurocirujano puede llegar a percibir 7 euros por una consulta de revisión y menos de 20 por la primera.

    La Asociación profesional-empresarial de médicos de ejercicio libre en la sanidad privada, Unipromel, advierte de esta situación. Agrupa a unos 20.000 profesionales de toda España y propone baremos propios de 30 euros por consulta frente a los siete que pagan en la actualidad las aseguradoras.

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