• Endometriosis, una enfermedad dolorosa

    El Autor

    Eva. M. Galán Moya

    Doctora en Biomedicina, especializada en Oncología Molecular

    Cuando en 2010 hice mis maletas para volver a mi ciudad tras varios años viviendo en Francia, poco podía imaginar que ese viaje era un viaje en el tiempo. Un regreso al pasado. Habiendo normalizado la excelente asistencia sanitaria, sobre todo ginecológica, que tenía en Francia, volver a Castilla-La Mancha y darme de bruces con la realidad que viven las mujeres en edad fértil de nuestra región me sacó de mis casillas.

    Me sorprendía que cuando acudía a consulta se dudase de mis síntomas, que el profesional que tenía enfrente me tratase de histérica y que se tomará la libertad de hacer comentarios sobre mi vida personal que nada tenían que ver con el motivo de mi consulta. En toda mi etapa adulta, jamás había experimentado un trato más condescendiente y paternalista.

    Desde entonces he compartido esta experiencia con muchas compañeras y, desgraciadamente, en nuestra región, esto parece más la norma que la excepción. Y esto es un gran problema para las mujeres que padecen patologías asociadas a su sistema reproductor, como es la endometriosis.

    Se estima que existen 2 millones y medio de mujeres afectadas de endometriosis en España, de las cuales más de 50.000 viven en Castilla-La Mancha. Por supuesto, este número no es más que una estimación, puesto que el infradiagnóstico en nuestra región impide aproximarse al número real, probablemente más alto. Sin embargo, a pesar de la alta incidencia de esta patología íntimamente asociada al dolor crónico, las afectadas de endometriosis son ignoradas de manera sistemática por la sanidad de Castilla-La Mancha, que carece de profesionales formados en el manejo de esta enfermedad y que no dispone de unidades de endometriosis en sus hospitales. 

    En el Día Mundial de la Endometriosis, quiero dar voz a todas las endoguerreras

    En el Día Mundial de la Endometriosis, quiero dar voz a todas las endoguerreras castellano-manchegas que luchan día a día contra el dolor y el resto de comorbilidades asociadas a esta enfermedad, como es la infertilidad.

    Sirva también este artículo como llamada de atención a los responsables de la sanidad de nuestra región, responsables de hacer cumplir las guías de manejo de la enfermedad y de garantizar que, en caso de que el tratamiento de estas pacientes no se pueda llevar a cabo en ningún hospital castellano-manchego, éstas puedan ser derivadas de manera efectiva a centros de referencia del territorio nacional y se deje de menospreciar esta enfermedad crónica que acompaña a 1 de cada 10 mujeres durante la mayor parte de su vida.  

    La enfermedad infradiagnosticada

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