• Enfermería aporta mayor calidad humana

    El Autor

    Milagros Molina Alarcón

    Profesora de la Facultad de Enfermería

    (Extracto del discurso de Milagros Molina con motivo del homenaje en el Día Internacional de la Enfermería)

    “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento (…) de los desagradecidos está lleno el infierno. Este pecado, en cuanto me ha sido posible, he procurado huir, y si no puedo pagar las buenas obras que me hacen con otras obras, pongo en su lugar los deseos de hacerlas, y cuando estos no bastan, las publico, porque quien dice y publica las buenas obras que recibe, también las recompensará con otras, si pudiera, porque la mayor parte los que reciben son inferiores a los que dan y así es Dios sobre todos (…) yo aquí ofrezco lo que puedo” (El Quijote).

    Reconocer mi trabajo en este día que conmemoramos el nacimiento de Florence Nightingale, fundadora de la Enfermería Moderna, es una satisfacción para mí ENORME.

    Florence Nightingale es un ejemplo de mujer tenaz, luchadora, generosa, reformadora, administradora, educadora, cuidadora, que con el símbolo que siempre la acompaña (la lámpara), supone una luz y un ejemplo para la Enfermería actual, aunque algunas de sus muchas virtudes no se le hayan reconocido como tal, es considerada una enfermera referente, sus cuidados cerca del necesitado y su ejemplo de dar siempre ha creado la base de la profesión de enfermera. Me gustaría destacar su educación en sus primeros años que pasó estudiando desde el latín, el griego, la historia, la filosofía, la música hasta las matemáticas y la enfermería. A diferencia de lo que ocurre hoy, donde está desapareciendo la educación humanística.

    Es importante que la sociedad sea consciente de lo que aporta esta profesión para conseguir un mundo con mayor calidad humana.

    En esta ocasión especial he podido tomar conciencia del paso del tiempo. Desde siempre pasé mi vida estudiando, soy una persona del montón, pero pronto descubrí que soy adicta a la Enseñanza, que tenía una gran motivación docente. Qué emoción fue entrar en enfermería, aquel mes de octubre de 1979, aunque no tuviera ningún reconocimiento económico, tuve un gran reconocimiento personal. Estas 38 promociones de Enfermería que he compartido con muchos de vosotros han supuesto mucho esfuerzo, muchas alegrías, algunas penas, en definitiva, muchos cambios,…Y podríamos comentar: ¡Cómo pasa el tiempo!. Trabajar en Enfermería ha supuesto para mí muchísima estabilidad emocional, fuerza y enseñanza a lo largo de mi vida. He llegado aquí gracias al equipo que tuve y ahora tengo.

    Mi vida se ha guiado por mi vocación y también por mi fe. Decía San Lucas: “el Reino de Dios está en el hombre (ser humano)”, está en nosotros, en nuestro compromiso con la vida.

    Cada día, que he traspasado el umbral de la clase y me esperabais con vuestra mirada atenta, conseguíais renacer la esperanza.

    Me habéis enseñado que vivir es servir. Siempre he procurado ser honesta y humilde. Decía un historiador estadounidense Henry Adams:” un maestro afecta a la eternidad, nunca puede decirse donde se detiene su influencia”. En estos años hay muchísimas personas que me habéis enseñado, acompañado y apoyado en mi vida y en el trabajo cotidiano. Me gustaría hacer un reconocimiento a aquellos que ya no están y de alguna manera marcaron mi vida en la docencia, la investigación y en mi alma, Fernando Gómez Juárez, Ramón Varón, mi hijo Miguel, mi madre y mi abuela. Pienso que algunas personas jamás nos dejan, aunque ya no estén su esencia queda, su voz se escucha, los sentimos sonreír… son eternas.

    Las ausencias breves, y más todavía las definitivas, no pueden con su presencia en cada momento e instante como norte y guías, y como confidentes en todos mis problemas. En mis situaciones vitales significan el mayor consuelo, me aclaran y dan sentido a mi vida. ¡Me han enseñado tantas cosas! A valorar y disfrutar de la Cultura con mayúsculas, a descubrir, entender y comprender, por ejemplo, la Música y el Cine clásico. En conclusión, a conformar ya para siempre mi visión humanista, donde la bondad se convierte en el principio esencial de mi vida y para transformar la sociedad.

    También mi agradecimiento a todos vosotros que habéis soportado mis preocupaciones, mis lloros, mis debilidades,…, que me habéis dado vuestro hombro comprensivo y amistoso para caminar. Y un abrazo fuerte cuando lo he necesitado.

    Soy consciente que habéis pensado en mí, no solo por los años que llevo ejerciendo mi vocación de docente, sino por haber vivido esa parte tremendamente dura de la vida, que es el dolor y la soledad por la pérdida de quien nos da la vida. Con este reconocimiento habéis conseguido acompañarme y apoyarme como siempre lo habéis hecho, habéis conseguido de un día triste, o normal, un día extraordinario. Vuestras manos, vuestro corazón y vuestra mente han dejado en mí una huella.

    En la película “Cuentos de Tokio” (de Yasuhiro Ozu), película maravillosa se acaba con esta frase con la que estoy totalmente de acuerdo:

    “En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente. Siempre vendrá una nueva mañana y volverá a salir el sol”.

    No sé si conmigo habéis aprendido a que os engañen menos en la vida, lo que estoy segura es que a mí me habéis dado mucho. Cuando se tiene buena memoria recordar una nueva información (que a veces aparece en todos los medios de comunicación) es fácil. Pero decidir qué es lo que vale la pena recordar y relacionar es un arte y aquí interviene el profesor. Los docentes tenemos la obligación de saber enseñar el artede la selección (el espíritu crítico)

    Quiero felicitaros a todos los profesionales de Enfermería por vuestra vocación y también felicitar a los homenajeados anteriormente en este día.

    Me gustaría terminar con unas palabras de Charles Chaplin, que hago mías:

    Chaplin (VIVIR)

    ¡Vive!

    Ya decepcioné a alguien.

    Ya abracé para proteger.

    Ya me reí cuando no podía.

    Ya hice amigos eternos.

    Ya grité y salté de felicidad.

    Ya lloré escuchando música y viendo fotos.

    Ya llamé solo para escuchar una voz.

    Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y…

    Tuve miedo de perder a alguien especial

    y terminé perdiéndolo

    ¡Pero sobreviví!

    ¡Y todavía vivo!

    No paso por la vida

    y tú tampoco deberías solo pasar… ¡Vive!

    Bueno es ir a la lucha con determinación

    abrazar la vida y vivir con pasión.

    Perder con clase y vencer con osadía,

    porque el mundo pertenece a quien se atreve

    y la vida es mucho más para ser insignificante.”