
Treinta pacientes de Hellín recorren medio millón de kilómetros al año para someterse a hemodiálisis en Albacete. Además, 25 enfermos renales que podrían tratarse en Yecla, Cieza o Caravaca (Murcia) se derivan a Albacete a causa de las fronteras sanitarias entre regiones, lo que les supone 300.000 kilómetros al año. Alcer, la asociación que representa a estos pacientes, ha pedido a la Dirección Provincial de Sanidad un centro de hemodiálisis en el Hospital de Hellín, así como apoyo psicológico para estos enfermos renales.
No es la primera vez que Alcer se hace estas preguntas: ¿Por qué un paciente de Caudete tiene que viajar hasta Albacete si cuenta con el Hospital de Yecla a 18 kilómetros? ¿Por qué una treintena de enfermos renales de la Sierra tiene que llegar a la capital cuando el Hospital de Hellín podría tener hemodiálisis?
¿Por qué un paciente de Caudete tiene que viajar hasta Albacete si cuenta con el Hospital de Yecla a 18 kilómetros?
Pero el caso es que al cansancio físico, la incertidumbre y las horas de tratamiento se suman los viajes en ambulancia. Y es que, si bien Murcia tiene diez localidades con diálisis, la vecina Albacete sólo tiene este recurso en la capital.
La hemodiálisis puede suponer tres visitas semanales de cuatro horas, bien al Hospital General Universitario de Albacete o al centro concertado de la carretera de Jaén. A este tiempo se le suma el traslado en ambulancia y el hecho de que el vehículo llegue al tratamiento con una hora de antelación. Por este motivo, Alcer pide también que esa antelación se reduzcan a media hora porque son 30 minutos que el paciente gana.
Alcer advierte que las ambulancias son ruidosas, viejas, frías en invierno y calurosas en verano
Precisamente, en relación con las ambulancias, Alcer ha insistido en que se trata de vehículos viejos, ruidosos, calurosos en verano y fríos en invierno, que incomodan un viaje ya de por sí complicado.
Además, se da la circunstancia de que el centro concertado, Asyter, tiene apoyo psicológico, servicio sanitario del que carece el Hospital de Albacete. El presidente de Alcer, Antonio Escribano, ha pedido a la directora provincial de Sanidad, Blanca Hernández, que los pacientes del hospital también tengan un psicólogo de referencia. «Ayudaría a reducir la ansiedad y la depresión, facilitaría la adherencia terapéutica, reducir el exceso de peso a eliminar en hemodiálisis, mejorando la calidad de vida de los pacientes», subraya a www.diariosanitario.com
Insiste en que un enfermo renal necesita el apoyo de un nutricionista y un psicólogo
También considera Alcer imprescindible el apoyo de un nutricionista, «que ayude en la alimentación de pacientes renales y facilite el control de minerales, como el potasio, sodio, fósforo, calcio o proteínas, que el riñón no filtra adecuadamente».
La asociación quiere que se fomente la donación de persona viva, ya que «es una operación asumible en la actualidad, tanto para el donante, como el receptor y muy necesaria para las personas jóvenes».
Por último, Escribano ha insistido en que es preciso proteger laboralmente a la persona donante, «con derechos similares a un alumbramiento, que posibilite desde el inicio las ausencias laborales y permita acudir a los controles sin ser estigmatizada, incrementando su estabilidad laboral».