El internista Luis Broseta, junto a su grupo de música cristiana Maranatha, ya ha recaudado cerca de 3.000 euros para El Cotolengo, el único comedor social de Albacete que trata de atajar las colas del hambre. Maranatha ha editado el disco solidario “Mil gracias” para esta causa porque ha visto cómo la crisis sanitaria ha traído una económica que obliga a 400 personas a hacer cola a diario para recibir un plato de comida.
- Nombre del disco: Mil gracias.
- Grupo: Maranatha.
- Dónde se vende: Librería San Pablo, en la calle Concepción, Parroquia de Santo Domingo y Tu guitarrería.
- Objetivo: recaudar fondos para el comedor social del Cotolengo de Albacete.
Luis Broseta compagina su vocación de médico con su pasión, la música
Se llama Luis Broseta y combina el día a día de un internista en el Hospital de Albacete con el saxofón, la guitarra, un grupo de jazz y otro de música de fe. Este médico de 48 años, creyente confeso, pertenece a ese grupo de sanitarios que encuentra en el arte su válvula de escape. Si el facultativo Darío Rodríguez es ilustrador; la enfermera Isabel Cebrián toca la flauta hasta en la UCI o la médico de Urgencias Candelaria Ayuso es cantante y pianista del grupo Candem, Broseta se mueve entre recetas y pentagramas.
“Está demostrado que el arte y la música tienen poder sobre el cerebro”. Esta certeza es la que cada día enreda más a Broseta en el mundo de la música, hasta el punto que su mujer es cantante de uno de sus grupos, ha grabado una canción con su hija pequeña, el mediano toca la flauta travesera y el mayor, la batería. Sin embargo, empezó en este mundo, el de la música, cuando era un niño, sin saber que le ayudaría en otra de sus grandes vocaciones, la medicina.
Luis Broseta es natural de un pueblo valenciano, Caudete de Las Fuentes, tan cercano a Albacete que él se considera de La Manchuela. Son sólo 800 habitantes, pero cuentan con una banda de música, El Ángel, con 45 miembros y un siglo de historia. Aquí fue donde este músico empezó con el saxofón, ya que en el mundo de la guitarra entró como autodidacta.
Con el tiempo, la medicina llenó esa vocación por ayudar a los demás, pero siempre ha tenido banda sonora. De hecho, el doctor Broseta tiene un estudio de grabación en su casa porque, sin salir de ella, cuenta con dos cantantes, un batería y un flautista.
Eterno estudiante
Además, no conforme con su grupo de siempre, con Maranatha, el doctor Broseta está en la Escuela de Música Moderna para dar rienda suelta a una más de sus pasiones, el jazz.
Y es que algo tiene la música que atrae al mundo sanitario. Si no, que se lo digan a Candem, el grupo que nació en un centro de salud o a los enfermeros, auxiliares, facultativos y estudiantes que, antes de la pandemia, iban a tocar a la UCI albaceteña.