
Mal pagados y poco respetados. Así ve la vida del investigador el oncólogo Alberto Ocaña, un médico que se enredó en una especialidad dura y en un reto complicado, luchar contra el cáncer entre la consulta y el laboratorio. Ocaña intervendrá en el III Congreso Nacional de Comunicación con el Paciente Oncológico y su Familia (CIPO), que se celebrará en febrero en el Palacio de Congresos. De su ponencia puede adelantar que es oncólogo porque un día sintió «el compromiso ético de ayudar al paciente».
«España es un país que no está hecho ni para los investigadores ni para la medicina de calidad. Todo son dificultades. La vida del investigador es mala, mal pagada y poco respetada». Pero el doctor Ocaña no se rinde porque parte del convencimiento de que invertir en investigación significa curar, aunque sea a largo plazo. Y es que en su campo los grandes titulares llegan después de años de trabajo. Sin embargo, este oncólogo e investigador cree que algo está cambiando, que parte de la sociedad española está reaccionando, se está dando cuenta de que el modelo «cortoplacista» no ha funcionado.
Así, el caso de Ocaña es peculiar. Es el padre, junto al también investigador Atanasio Pandiella, de un fármaco que detiene la progresión del cáncer de mama más agresivo. Pero él desde la Unidad de Investigación del Compleo Hospitalario Universitario de Albacete y Pandiella desde el Centro de Investigación Oncológica de Salamanca no habrían llegado a nada si no es por el apoyo de las asociaciones de pacientes. De hecho, Acepain paga los contratos de dos investigadores que trabajan con Ocaña.
Este médico no tiene claro de qué hablará en el Congreso, pero su perfil es la esencia de CIPO, un congreso nacido en Albacete, con impacto nacional, para que el paciente y la familia recuperen la palabra. El doctor Ocaña mantiene la actividad asistencial para no perder el contacto con los enfermos, pero investiga porque es en el laboratorio donde se buscan nuevas soluciones a una enfermedad cada día más acorralada, el cáncer.
Este médico tiene claro cuál es el mensaje para un paciente ante un diagnóstico de cáncer: «No se pueden generalizar los diagnósticos, cada día hay más avances y cada tumor es diferente». Y también sabe cuál es la clave para un país que no deja de perder investigadores: «Si queremos ser un país rico, una región rica, debemos invertir en investigación».