• Espasticidad, la secuela que nadie espera

    Este jueves se ha lanzado el cortometraje La secuela que nadie espera, en el marco de la campaña de concienciación sobre la espasticidad, y coincidiendo con el 61º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) que se celebra del 17 al 20 de mayo en Santander.

    Un cortometraje sobre una de las secuelas del ictus

    El cortometraje, dirigido por Ferran Calbet y protagonizado por Pau Roca, Gemma Brió y Mercé Ortega, busca dar visibilidad a una secuela que, en diferentes grados, pueden padecer hasta el 40% de las personas que han sufrido un ictus. Conocer la espasticidad es fundamental para facilitar un diagnóstico temprano y preciso, lo que puede traducirse en mayores posibilidades de mejorar la funcionalidad y la calidad de vida del paciente y de sus familiares.

    Para favorecer esta detección temprana es fundamental saber identificar la espasticidad: la sensación de rigidez o tensión aumentada en los músculos, la adopción de posturas anormales como el puño apretado, la muñeca doblada o pulgar en la palma, entre otras, son síntomas asociados a esta secuela del ictus que cobran protagonismo en la historia, y que pueden contribuir a que los familiares reconozcan a la extraña visitante que aparece en el cortometraje. Una visitante que viene para quedarse, porque la espasticidad es una secuela crónica.

    Convivir con la espasticidad

    El cortometraje, avalado por SERMEF, por la Sociedad Española de Neurología (SEN) y por la Asociación de Traumatismos Craneoencefálicos y Daños Cerebrales (TRACE), tiene una duración de 4 minutos, y muestra la llegada de un hombre a su casa después de haber sufrido un ictus. Le acompaña un familiar que, tras acomodarle en una habitación, le deja un momento a solas. Es entonces, cuando recibe una visita inesperada. Una mujer entra en la habitación con una maleta y sorprende al hombre que no entiende quién es y que está haciendo en su casa.

    Cada 6 minutos se diagnostica un ictus en España

    El ictus es una enfermedad cerebrovascular que se produce bien por la obstrucción-disminución del flujo sanguíneo (ictus isquémico) o bien por la ruptura de los propios vasos sanguíneos del cerebro (ictus hemorrágico). En ambos casos, la sangre no llega al cerebro en la cantidad necesaria y, por tanto, las células nerviosas dejan de recibir oxígeno y nutrientes, lo que provoca una alteración o una lesión del tejido cerebral que repercute en el funcionamiento normal de una determinada región del cerebro.

    El 80% de los ictus son evitables

    Según los datos del estudio IBERICTUS, la incidencia de ictus en España es de 187,4 casos por cada 100.000 habitantes, con una mayor incidencia en hombres que en mujeres.

    Más del 80 % de los ictus son evitables controlando los factores de riesgo modificables como la hipertensión arterial (HTA), el consumo de tabaco o alcohol, la diabetes mellitus, la dieta, la inactividad física, la obesidad, etc

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