• Esto es como echar agua en la mar

    El Autor

    Vicente Calatayud

    Jefe del Servicio de Neurocirugía del Complejo Hospitalario de Albacete

    Suena el despertador, las siete de la mañana, el inicio de una nueva jornada. Mientras termino el café antes de salir hacia el hospital, en la radio, no recuerdo la cadena, oigo las declaraciones del actual presidente del ejecutivo de Castilla-La Mancha. En una población promete de nuevo los miles de euros que piensa destinar a la nueva tecnología, tecnología de última generación y de alta definición, que se destinará a los hospitales de la comunidad, entre los que entra el TAC de última generación para el centro de salud del lugar donde hace las declaraciones.

    Pienso en la repercusión sanitaria y mediática que ha tenido el retraso en la intervención de un paciente afectado de párkinson, repercusión que llegó a los Servicios Centrales, parece ser que solo con la actuación mediática de la prensa y de las redes sociales puede llegarse al frío corazón de los Servicios Centrales y activarlo.

    Sin embargo, como responsable del Servicio de Neurocirugía, al igual que mis compañeros, no podemos dejar de pensar e intentar buscar soluciones para los 525 pacientes que aún están en lista de espera quirúrgica, hasta marzo según publica el Sescam, de los cuales 314 llevan más de 180 días, lo que supone que alguno de ellos estará más de dos años.

    Pacientes que están tan impedidos, limitados, doloridos, incapacitados como muchos pacientes afectados de párkinson, pueden ser estenosis de canal severas, con claudicación de la marcha, espondiloartrosis, hernias, un sin fin de patologías que están esperando una cirugía , y que tienen la sensación de que nunca llega. Se sienten desamparados, lo podemos ver cada día cuando los pacientes se quejan y nos vemos impotentes por no poder darles una solución.

    Ya a nadie le cabe duda que habrá nuevas elecciones, de nuevo los partidos percibirán un montante de dinero que no se dará ni a educación, sanidad, justicia… lo percibirán de nuevo ellos, los que han sido incapaces de ponerse de acuerdo, bajo el lema de que el otro ha sido responsable del fracaso. Sin embargo, en mi opinión, los que sufrimos, padecemos, aguantamos su incompetencia, su falta de honradez, su incapacidad de pensar en el conjunto del país, centrando toda su atención en el partido, somos los ciudadanos.

    Una vez que les damos el voto, estamos perdidos. Prometerán lo que saben que no cumplirán, negarán lo que prometen y siempre les cabe el recurso de que lo hemos entendido mal. Como ejemplo, me remito a ese hospital que nunca tendremos y a ese plan director que ya veremos en qué queda. Aún no se ha movido nada y estamos en mayo, pero seguramente es que yo como otros muchos ciudadanos lo hemos entendido mal.

    Recurriremos a Cervantes, ahora que lo celebramos, cuando puso en boca del Quijote aquello de “ hacer bien a villanos es echar agua en la mar”.

    “Viéndose tan mal parado Don Quijote, dijo a su escudero: – Siempre, Sancho, lo he oído decir, que el hacer bien a villanos es echar agua en la mar. Si yo hubiera creído lo que me dijiste, yo hubiera escusado esta pesadumbre; pero ya está hecho: paciencia y escarmentar para desde aquí adelante.”