• Las “inusuales” facturas de la pandemia en la región

    La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha pagado un sinfín de facturas “extraordinarias” durante la primera ola de la pandemia. Así, la institución asumió 3.700 euros por alquilar un apartamento en Toledo durante 56 días, donde se alojó el director general de Salud Pública, Juan José Camacho, cuando el Estado de Alarma y el contexto sanitario le obligaron a estar disponible las 24 horas del día. También se han pagado facturas de comedor de más de 43.000 euros para los temporeros confinados en Albacete; 70.000 euros por un SMS u 82.000 por una línea 900.

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    Imagen del alojamiento que se contrató para Camacho, del que se requería una disponibilidad total.
    Factura que se ha pagado a la empresa Copriser por el servicio de comedor en la Institución Ferial de Albacete del 1 al 21 de agosto.

    El alojamiento del director general de Salud Pública costó 3.700 euros

    Una de las facturas del servicio de comedor a los temporeros confinados en Albacete superó los 43.000 euros

    La primera oleada del coronavirus puso al Sistema de Salud de Castilla-La Mancha en un contexto inusual y el mismo calificativo merecen las facturas de la pandemia, como la contratación de 56 días de alojamiento del director general de Salud Pública, Juan José Camacho, como miembro del Gabinete de Crisis COVID-19. Así, la Consejería de Sanidad ha pagado 3.700 euros a la propietaria de la Casa del Tránsito, en Toledo.

    En la contratación del alojamiento de Juan José Camacho, que es pública, se explica que, “dada la actual situación de pandemia que vive Castilla-La Mancha por el COVID-19, se hace necesario contratar la prestación del servicio de alojamiento, por un período de 56 días, para el director general de Salud Pública que, como miembro del Gabinete de Crisis COVID-19, debe estar disponible durante las 24 horas del día para atender las necesidades que surjan en la región con motivo de los contagios y brotes que surgen a diario”.

    Las facturas, algunas de más de 600.000 euros, incluyen desde los servicios extraordinarios por desinfectar hasta el servicio de comedor para alimentar a los temporeros confinados en la Institución Ferial de Albacete, medida que fracasó y obligó a trasladarlos a pabellones. No obstante, aquí se pagó a la empresa Copriser, por 21 días, más de 43.000 euros.

    Pero la Consejería de Sanidad también tuvo que pagar a la empresa de mudanzas Sánchez y Soria más de 26.000 euros por el traslado y almacenaje de las camas instaladas en la Facultad de Medicina de Albacete, que se trasladaron a la IFAB.

    Más de 26.700 euros por trasladar las camas de la Facultad de Medicina de Albacete a la IFAB y almacenarlas

    82.000 euros por el 900 23 23 23 y 70.000 euros por un SMS sobre la obligatoriedad de llevar mascarillas

    No obstante, no es la única factura que llama la atención de las peores semanas de la pandemia. El teléfono del coronavirus, el 900 23 23 23, es gratuito para los usuarios, pero no para quien lo contrata, en este caso el Sescam, que tuvo que pagar más de 82.000 euros por los meses de marzo y abril, cuando recibió más de 196.000 llamadas. Y es que Castilla-La Mancha ha pagado a Telefónica tanto por las líneas 900 como por el envío de SMS. Así, el mensaje en el que se recordaba el uso obligatorio de la mascarilla costó 70.000 euros.

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    El coste medio de cada SMS que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha enviado a la población ha superado los 70.000 euros.

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