Se jubila porque la salud le ha dado un toque de atención, pero el médico Fernando Pérez Gómez trabajaría en las urgencias hospitalarias otros treinta años más, eso sí, en las de Albacete, donde el compañerismo es la clave de un día a día de estrés, falta de tiempo, de medios y de espacio. Con él se marcha una institución para pacientes y profesionales, una persona que no necesita cursos de humanización, la lleva de serie.
Fernando Pérez Gómez dice adiós a 34 años en las urgencias hospitalarias de Albacete
Ha hecho turnos de 24 horas hasta el último día; ha visto a más de una docena de pacientes en una sola jornada, cuando no veinte; ha lidiado con familiares desesperados y con pacientes al límite; ha visto y ha hecho de todo, pero el Dr Pérez Gómez no cambiaría ‘la urgencia’ por nada.
Aquí, en el Servicio de Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete ha sido médico y paciente. Y es que el 15 de noviembre del año 2023 llegó a trabajar como siempre, contento. Eran las tres de la tarde y por delante quedaban 24 horas de trabajo. Uno de sus compañeros le informó de los seis pacientes de los que tenía que estar pendiente para empezar.
A las dos horas de iniciar la jornada, este médico de Urgencias empezó a darse cuenta de que no hablaba con la fluidez de siempre, pero había mucho que hacer y no le dio importancia. Finalmente, fueron sus compañeros los que notaron que algo no iba bien. Parecía que le estaba dando un pequeño ictus.
Médico y paciente
Así fue cómo entró de médico y acabó ingresando de paciente. Tenía un tumor cerebral, metástasis de un cáncer de piel que lo llevó de cabeza primero a la UCI y después al quirófano y a las sesiones de radioterapia.
«Hoy doy gracias a Dios y a mis compañeros porque estoy bien», insiste un médico y paciente que se enfrenta a su primera baja laboral, la que, como el buen enfermo que es, le aconseja jubilarse y cuidarse. El 25 de noviembre cumplirá 65 años, cuatro décadas como médico y 34 años en el Servicio de Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete.
Natural de Jorquera, vecino de Fuentealbilla y médico en la capital, Fernando Pérez Gómez se tendrá que acostumbrar a la vida sosegada que no ha tenido nunca, ya que, hijo de agricultores, cuando no estudiaba trabajaba en el campo.
Hoy no está claro quién echará más de menos a quién, si él a sus compañeros o al revés, pero, si volviese a nacer, repetiría como médico de Urgencias. Si los pacientes lo saludan por la calle es porque su vocación ha sido siempre la de ayudar a los demás. Contra todo pronóstico, se jubila un médico que no sólo no está quemado sino que empezaría de nuevo.
Fernando, amigo, disfruta de tu merecido descanso. Atiéndete, disfruta de los tuyos y reclama lo que necesites de tus compañeros como si tú fueras el médico, lo que has sido siempre el médico que atiende diligentemente a todo el mundo.
Te ha llegado el momento de dejar de de ayudar a pacientes, en el punto más crítico de la atención sanitaria. Primero discriminar lo urgente sentido, con lo urgente, real.; después atender resolver canalizar…; La cantidad de pacientes que se han beneficiado de tu extraordinaria profesionalidad es innumerable, yo como uno de ellos te agradezco tu dedicación y buen hacer, más allá de la buena praxis, el manejo de los protocolos y guías de buena práctica clínica, está tu humanidad y bonhomía la definiciónde la RAE Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento, se queda corta.
Estimado Fernando recuerdo con enorme cariño cuando empezamos medicina, los apuntes de anatomía compartidos , tú lo dibujos yo la teoría, tú la teoría yo los dibujos… los examenes de la médicas, la pediatría…. Las primeras sustituciones en Casas Ibañez, Alborea…. la creación de la Comisión de Parados … cambiamos la propuesta de sustitución en las vacantes por una lista de méritos… las interinidades, recuerdo a la primera autopsia a la que me acompañaste… y finalmente nuestro caminos profesionales se separaron, tú Urgencias Hospitalarias y yo Atención Primaria principalmente.
Tras estos ,casi nada, treinta y cinco años de ejercicio laboral ten querido amigo el absoluto convencimiento de que no podríamos haber tenido mejor ocupación ni mas suerte de hacer lo que hemos hecho.
Seguramente mi actividad laboral profesional también está en la recta final, espero que Dios me dé, nos de, vida y salud mucho más allá y no hace falta que te diga que siempre a tu disposición un abrazo.
Fernando «El icono de urgencias». Una persona campechana, derrochando simpatía. Nos reíamos con sus ocurrencias y sentido del humor. Con fama de burreras (con mucho cariño). Jamás miró a nadie por encima del hombro. Respetando todas las categorias profesionales. Apreciaba a los celadores y nosotros se lo agradecemos. Te echaremos de menos. Gran dedicación a su trabajo y gran profesional. Un experto de urgencias. Un abrazo…
Nos encanta su titular: ‘El icono de Urgencias’. En Diario Sanitario estamos orgullosos de tener unos lectores tan acertados. Gracias
Gracias a vosotros por mantenernos informados, ya que sin vosotros no nos enteraríamos de muchas cosas. Y gracias tambien por darnos la oportunidad de expresarnos.
Eres de las personas que más positivamente han influido en mi, y a la que más cariño tengo, habiendo coincidido tan solo unos días en nuestras vidas. Me animaste a coger sustitución en C.S. de Hellín, recién acabada la carrera y cuando aún no existía el hospital (organizabas la bolsa de trabajo). Me llamaste para hacer curso de RCP y eso me animó a entrar en Urgencias, donde sigo y he sido feliz (alguno al oírme querrá ingresarme en el Perpe). Cuando te he visto en algún traslado me he alegrado como si fueras de la familia. Tu cariño y alegría son contagiosos. Lamenté mucho las noticias que me transmitían los compañeros del CHUA, me alegro que lo estés superando y espero disfrutes de esta nueva etapa y no eches de menos la trinchera. Un abrazo, tu amigo José Ángel.
Como paciente también voy a aportar una opinión que creo es la tónica general de los miles que hemos tenido el privilegio de pasar por sus manos profesionales y sobretodo humanas . Llegué a urgencias con una gran impotencia porque a mí madre se le iba la vida y durante meses nadie hizo nada . Entré llorando a su box , suplicando clemencia con mi madre al lado , se levantó y me abrazó con fuerza, me dió un tranquilizante y me dijo » tranquila que estoy yo aquí y no lo voy a permitir» . Me faltará siempre vida para agradecerle aquel gesto y desde ese día supe que recursos HUMANOS era algo que se escribía con mayúsculas en el servicio de urgencias. Gracias doctor por tanto y todo , por favor cuida de tí con el mismo tacto y mimo que lo has hecho con nosotros siempre. Fdo ..una paciente de tantas