• Fisioterapia, una ayuda para el paciente con párkinson

    Los principales trastornos de la marcha que sufre el paciente con párkinson son: acinesia (dificultad al iniciar la marcha, realizar giros, levantarse de la silla), hipocinesia (acortamiento de la longitud del paso, poca elevación de los pies del suelo, pobre braceo), bradicinetica  (disminución de la velocidad de la marcha, aumento de la fase de apoyo), acronocinesia (variabilidad del paso) trastornos posturales (tendencia a la flexión), pérdida de las sinergias postura-locomoción y dificultad para realizar movimientos simultáneos y secuenciales.

    OBJETIVOS

    El objetivo principal de la reeducación de la marcha será mejorar la calidad de vida del paciente con párkinson, para ello nos centraremos en unos objetivos secundarios:

    • Mejorar el inicio de la marcha.
    • Mejorar los giros y las distintas transferencias, por ejemplo (paso de sentado a de pie).
    • Aumentar la longitud del paso y la elevación de los pies para no arrastrarlos.
    • Mejorar el braceo y la velocidad de la marcha.
    • Mejorar los movimientos simultáneos y secuenciales de la marcha.

    TRATAMIENTO

    • Para la indecisión en el primer paso y en los cambios de dirección emplearemos estímulos y órdenes enérgicas que mantengan la atención del paciente, pidiéndole que el primer paso lo realice como si tuviera delante un obstáculo que tuviera que evitar; esto facilita un primer paso amplio que anula la vacilación.
    • En los giros daremos las mismas órdenes y además insistiremos en que mantenga en todo momento una separación exagerada de los pies para evitar el entrecruzamiento de las piernas y el riesgo de caídas.
    • Para el paso corto: en paralelas o en marcha libre uso de huellas o bien obstáculos que marquen la longitud del paso.
    • Para la altura del mismo: fundamentalmente con tacos u otros obstáculos con suficiente altura que obliguen a realizar la triple flexión.
    • Ausencia del juego talón punta: descender una rampa (potencia también la corrección de la postura de flexión anterior).
    • Ausencia del braceo: trabajo de disociación de cinturas en diferentes posiciones: decúbito supino, sedestación, bipedestación, etc.

    CONCLUSIÓN

    Los estímulos visuales y sonoros son una buena herramienta de trabajo para reeducar la marcha en el paciente con párkinson ya que tienden a disminuir o a corregir sus principales trastornos, con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente y dotarle de mas independencia en  la realización de sus actividades de la vida diaria.

    Juan Antonio Piqueras Carlos, fisioterapeuta