• El frío, enemigo de la espalda si no se siguen cinco pautas

    ¿Con el frío han aumentado sus molestias de espalda? Todo tiene su explicación y también soluciones. Enero, febrero y marzo suelen ser los meses más fríos en España. Con la llegada de estas gélidas temperaturas, muchas personas experimentan un aumento en los dolores de espalda, especialmente en la zona lumbar. Pero ¿por qué se produce? Este fenómeno no es casualidad y tiene una explicación médica.

    ¿Con el frío han aumentado sus molestias de espalda? Todo tiene su explicación y también soluciones.

    Según explican los expertos de la Sociedad Española de Columba Vertebral, las temperaturas bajas pueden provocar una contracción de los músculos y ligamentos, lo que aumenta la rigidez en las articulaciones de la columna.

    «Además, el frío puede aumentar la sensibilidad del sistema nervioso al dolor. En condiciones de frío extremo, la disminución del flujo sanguíneo hacia los músculos y tejidos también contribuye a la aparición de molestias», explican desde la Sociedad Española de Columna Vertebral.

    Por eso, la columna vertebral, como eje central del cuerpo, es especialmente vulnerable en invierno. La contracción muscular excesiva genera tensión en los discos intervertebrales y en las facetas articulares, aumentando el riesgo de episodios agudos de dolor lumbar o incluso de lumbago.

    Así, las personas más propensas a sufrir dolor de espalda durante el invierno son:

    • Personas mayores. Los procesos degenerativos, como la artrosis, se exacerban con el frío.
    • Trabajadores al aire libre. La exposición prolongada al frío sin la protección adecuada puede aumentar las contracturas musculares.
    • Personas sedentarias. Las personas con bajo nivel de actividad física suelen tener una musculatura de soporte más débil.

    Cuando dejamos de movernos, los músculos que soportan la columna se debilitan, y las articulaciones pierden lubricación natural, lo que aumenta la rigidez y el riesgo de sufrir dolor», señalan los expertos.

     ¿Cómo podemos evitar el dolor de espalda en invierno?

    Aunque no podemos controlar las temperaturas, sí podemos implementar medidas para proteger nuestra columna y reducir el riesgo de dolor lumbar. Los especialistas recomiendan:

    1. Mantener una rutina de ejercicio. Dedica al menos 30 minutos al día a actividades que fortalezcan la espalda, como caminar, practicar yoga o realizar ejercicios de estiramiento de espalda.
    2. Abrigarse bien. Usa ropa térmica para evitar la contracción muscular por el frío, especialmente si trabajas o realiza actividades deportivas al aire libre
    3. Evitar el sedentarismo. Haz pausas activas si trabajas desde casa o en la oficina para evitar la rigidez muscular.
    4. Calor localizado. Usa mantas térmicas o parches de calor para relajar los músculos de la zona lumbar.
    5. Consultar a un especialista. Si el dolor persiste o es recurrente, es fundamental acudir a un médico o fisioterapeuta para evaluar tu columna.

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