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El Dr González Masegosa autoriza a la reproducción de una carta, dirigida al gerente de la sanidad pública albacetense, Ibrahim Hernández, pero porque se ha filtrado en las redes sociales. Su intención era que hubiese sido una carta personal, que él como cirujano dirigía a quien fue su gerente. En ella, le aconseja que dimita.
“Me gustaría iniciar este escrito diciendo estimado o querido compañero, pero mi ética profesional, y mi compromiso con la cantidad de sanitarios que están dando su esfuerzo y su salud ante la situación creada por el coronavirus, por cierto mal gestionada, me impide utilizar esos términos, porque no lo puedo considerar, ni como estimado, ni como querido, y por supuesto no le puedo llamar compañero, porque no lo considero así, aunque tengamos la misma titulación.
Hace muchos años que nos conocemos, y recuerdo al residente de Urología de primer año llamado Ibrahim, rotando por el servicio de cirugía y dejando una impresión de “buena gente”, y presumiblemente “buen profesional”.
Méritos políticos
Han pasado los años, y ese médico prometedor se dedicó a la gestión nombrado por méritos políticos, y se convirtió, como no podía ser de otra manera, en político, dejando de lado los valores de los profesionales sanitarios, y poniéndose al servicio de la Administración al precio que fuese necesario.
Desde su nombramiento como Gerente, y coincidiendo con mis años de Jefe del Servicio de Cirugía, en varias ocasiones acudí a su despacho para indicarle las necesidades de un servicio de la importancia en un Hospital como es el de Cirugía, y en ningún momento encontró usted la ocasión de atenderme. La única vez que hablamos, cinco minutos, fue una tarde que coincidimos en una cafetería.
Caso omiso
Antes de mi jubilación, tuve la consideración de enviarle una carta de despedida, en la que le indicaba lo que había hecho a lo largo de mis años al frente del servicio de Cirugía, y lo que a mi juicio, quedaba por hacer, asesorándole como profesional que conocía ese servicio después de treinta tres años de dedicación, y por cierto los últimos veinte años con cargos de responsabilidad, inicialmente en el Perpetuo Socorro y los últimos cinco años en el Hospital General. Por las medidas que adoptó, no me cabe la menor duda, de que hizo caso omiso a esa carta, por no pensar que ni siquiera se molestó en leerla, o que su soberbia y prepotencia le llevó hacer lo que le vino en gana. Nunca me había planteado comentar estos detalles, pero el hecho acontecido anoche durante su entrevista en el informativo de Telecinco me impide callar.
Una falacia
Usted es conocedor de primera mano que todo lo que dijo anoche es una falacia. El Hospital está totalmente colapsado, y usted con el cinismo que le caracteriza, quiso aparentar una normalidad que dista mucho de la realidad.
Los profesionales de la medicina hemos sufrido muchas situaciones críticas, y las hemos afrontado de la única manera que sabemos, con trabajo, esfuerzo, y dignidad. Lamentablemente, a usted solo le queda de médico, el título universitario, convirtiéndose en un político, y por cierto bastante malo, por lo que no puede entender que la paciencia tiene un límite, y es lo que sucedió con ese vídeo, simplemente como llamada de atención de unos profesionales desesperados y que usted, haciendo alarde de nuevo de su cinismo, trata de ocultar y buscar culpables donde no los hay.
Nada que aprender
Desde el año 1978 que inicié mi andadura como médico residente de Cirugía en Murcia hasta la fecha de mi jubilación en el año 2017, he conocido muchos directores gerentes, de diversas ideologías, encontrando en todos ellos cosas positivas y negativas, pero en usted no se da ninguna nota positiva, lo único que se podía aprender de usted es lo que no hay que hacer bajo ningún concepto.
“Primero usted, después nadie y luego los demás”
Es conocedor de mi afición taurina, no en vano hemos compartido equipo médico en otros tiempos, le voy a recordar una frase de El Gallo cuando le preguntaban qué torero destacar y decía: “Primero yo, luego nadie, y luego los demás”, extrapolando esa frase podríamos formularnos las siguiente pregunta: ¿quién ha sido el peor Gerente que he conocido en mi carrera profesional, el más inepto y menos solidario con los profesionales que trabajan en el G.A.I.? “Primero usted, después nadie y luego los demás”.
Dimita
Por desgracia, nos quedan todavía malos tiempos, pero al final todo pasa, y espero y deseo, que si se hace justicia, o le quedara un mínimo de sensatez, cosa de la que dudo, dimita en sus funciones, y en caso de que no lo hiciera, que sea la justicia quien le aparte de esta labor tan estrepitosa, en estos duros momentos donde la solidaridad, nos debe unir a todos, término, que junto con otros que podría enumerar y la sensatez me impide, está demostrando desconocer”.
¿De quién es la culpa?
En este momento en el que nuestro país y nuestros ciudadanos sufren una situación terrible tanto personalmente como de forma comunitaria debida a la pandemia provocada por el coronavirus COV-19, escucho a medios de comunicación, partidos políticos, organizaciones profesionales e incluso personal que trabaja en el sector sanitario, que utilizan esta situación angustiosa como herramienta para buscar culpables, actuando como dedo acusador y espada justiciera y que en realidad oculta la venganza de algunos o al chivato de turno. Esta forma de actuar es propia de culturas autoritarias o responden a sentimientos de temor o de culpa y no ayuda a tratar de resolver el problema sino que en muchos ciudadanos (sobre todo en los cargos responsables), provoca sentimientos de deshonor y humillación.
Cuando nos hacemos la pregunta ¿de quién es la culpa?, podemos contestarla responsabilizando a una institución, a un gobierno o a una persona en concreto, pero, en mi opinión la realidad es otra. Los humanos son falibles y se espera que se cometan errores incluso en las mejores organizaciones y el objetivo no debe ser cambiar la condición humana sino los factores sistémicos y así cuando se produce una situación como la actual lo importante es saber No QUIÉN sino Por QUÉ se ha producido y tratar de aprender de los errores mediante la identificación del suceso, reparar el daño, buscar las causas en la organización y en cuanto sea posible rediseñar dicha organización.
En el año 2000, un informe del Institute of Medicine (IOM) To err is human: Building a safer health system ponía en evidencia la magnitud de los acontecimientos que se habían producido en los hospitales de Estados Unidos de América (EE.UU.): entre 44.000 y 98.000 muertes anuales como consecuencia de errores médicos.
Ante estas cifras, la OMS, en 2004, promovió la Alianza para la Seguridad de los Pacientes a nivel mundial con el fin de unificar los esfuerzos para hacer frente a esta “epidemia”. Una de las recomendaciones formuladas por el IOM de EEUU y la Unión Europea fue el desarrollo de una cultura de seguridad del paciente, con la perspectiva de que una mejor cultura redundaría en mejores resultados, en términos de seguridad de los pacientes.
Es el momento de mejorar la calidad de la asistencia que presta nuestro Servicio Público de Salud mediante las aportaciones de todos los ciudadanos y en especial de los profesionales de la salud y dejar de fomentar el enfrentamiento y las descalificaciones.
Por ultimo mi máximo agradecimiento a todas la personas que se enfrentan en primera línea a esta pandemia, desde las/los trabajadores del hogar hasta los científicos/as que tratan de encontrar una solución a esta pandemia. Animo y gracias.
Un jubilado
No se trata de buscar culpables, tampoco de buscar responsabilidades, ni de enfrentamientos politicos. Tiempo habrá para ello por quien y adonde corresponda. No voy a pedirle Sr. Ibrahim que dimita por los fallecimientos habidos en los hospitales de Albacete, entre ellos el de mi hermano Eduardo Cantos, ocurrido el día 22, pero si se la pido por las vergonzosas manifestaciones hechas por Vd. en la entrevista que le hizo Pedro Piqueras en Telecinco. Conforme le escuchaba sentí vergüenza ajena a la par que indignación, pensando en los profesionales sanitarios que están dando lo mejor de sí mismos para ayudar a los pacientes que están colapsando los hospitales, en unas condiciones de precariedad de medios de todo tipo y que Vd. negó, en vez de reclamar a sus jefes la dotación de aquello de que carecen estos hospitales y los profesionales sanitarios, a los cuales les doy las gracias por los cuidados médicos y el consuelo humanitario que le pudieron dar a mi hermano.
querido colega al q conoci una feria de albacete al acabar la corrida
estuve mas de 39 años de jefe de seccion de cirugia en MANZANARES
y tuve ocasion de soportar a varios ejemplares como el que citas
por cierto el Guerra respondio
primero yo despues nadi y despues Fuentes
un abarazo