
Aunque las fechas navideñas van acompañadas de los excesos, la presidenta del Consejo General de Podología de España, la albaceteña Elena Carrascosa, recuerda la importancia del autocontrol para evitar la temida ‘gota’, ese aumento de ácido úrico capaz de provocar un dolor, generalmente en el dedo gordo del pie, capaz de inmovilizar al paciente.
- Conocida como la enfermedad de reyes y papas, ya se describió en tiempos de los egipcios. Y aunque hoy se sabe que la gota está relacionada con la alimentación, sigue siendo una patología común. La sensación más frecuente es la de que el dedo gordo del pie arde.
Beber agua y evitar el alcohol, entre las pautas
La gota es una enfermedad provocada por el aumento de los niveles de ácido úrico, una sustancia presente en la sangre, que va depositando pequeños “cristales” en las articulaciones que provocan, durante el ataque agudo, dolor, enrojecimiento y aumento de temperatura en la articulación, volviéndose muy sensible al tacto. La mayoría de las veces afecta a la articulación del “juanete”, aunque puede perjudicar a otras articulaciones como el tobillo, rodilla o mano, e incluso a los tendones.
Los excesos en la alimentación, especialmente, por abusos de carnes rojas, mariscos y alcohol, son las principales causas que provocan un empeoramiento de la patología en los pacientes que la padecen o son propensos a ella. La clave está en una dieta equilibrada y saludable, controlando el peso y eliminando los alimentos con alto contenido en purinas, lo que incluye queso, marisco, embutidos, tomate, alcohol, azúcar y sal, entre otros. Así, los podólogos recomiendan evitar el consumo de alcohol, beber de 8 a 10 vasos de agua diarios y realizar ejercicio físico.
Los síntomas de la gota suelen durar entre tres y diez días con dolor intenso e incapacitante para calzarse y caminar. Con el paso del tiempo, tiende a repetirse, pero los nuevos ataques de gota serán cada vez más frecuentes, durarán más tiempo y sus consecuencias sobre la salud serán más graves. Pueden afectar a nuevas articulaciones y acabar volviéndose crónicos, lo que se conoce como artritis gotosa. Esta enfermedad puede llevar a reducir la movilidad del afectado.
Factores de riesgo
- Tener elevados los niveles de ácido úrico en la sangre (por encima de los 6,8 mg/dl.), trastorno metabólico conocido como hiperuricemia.
- Ser hombre y adulto. El ataque de gota es cuatro veces más frecuente en hombres que en mujeres.
- Ser obeso o sufrir sobrepeso.
- Ingerir ciertos fármacos como los diuréticos y la ciclosporina.
- Seguir una dieta rica en alimentos o sustancias que potencian los niveles de ácido úrico. Entre ellos, algunos mariscos, el pescado azul, las carnes rojas, la cerveza (con y sin alcohol), bebidas alcohólicas y refrescos.
- Haber estado expuesto al plomo.
- Sufrir alguna de las siguientes enfermedades: insuficiencia renal, presión arterial alta, exceso de colesterol y triglicéridos en la sangre, entre otras.
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