
¿Qué falta en nuestras vidas para tener más conciencia de lo vulnerables que somos? ¿Sabemos valorar lo que tenemos? Creemos que todo lo sabemos. ¿Somos capaces de conocer lo frágil que es la vida? Creo que habría que contestar «no» a estas preguntas. Tanto riesgo y sin conocer las consecuencias (es un decir).
Muchas son las preguntas que no queremos contestar. Son tantos los factores de riesgo dependientes y conocemos las consecuencias, aunque nuestros ojos miran a otro lado. No nos interesa saber las consecuencias del sobrepeso, el sedentarismo, la carne roja, ahumada, el tabaco, el alcoholo el sillón-bool (son tan de futuro que no prestamos la suficiente atención).
Si nos envían una carta a casa y nos aconsejan realizar unas pruebas médicas sencillas, simples, para la detección precoz de una enfermedad muy prevalente, o se nos olvida en la mesa (no tenemos tiempo) o pensamos que esto no va con nosotros o incluso, decimos que ya preguntaremos.
Pensamos que el cáncer de colon no va con nosotros
El mirar a los ojos, de frente, enfrentarnos a la realidad, el tener conciencia de lo vulnerable que es el ser humano, nos hace ser más humanos. Conocer, saber y afrontar las cosas, es lo que hacemos todos los días de nuestra vida. Pero, por qué, cuando nos enfrentamos a la realidad-debilidad de la vida, no miramos donde debemos.
Desde que se detecta un pólipo en colon hasta convertirse en patología cancerosa pasan una media de 10 años y con una simple prueba, sangre oculta en heces (SOH), podemos llegar a prevenir el cáncer.
No nos interesa saber las consecuencias del sobrepeso, el sedentarismo, la carne roja, ahumada, el tabaco, el alcohol o el sillón-bool
Lo cierto es que de 10 positivos de SOH, sólo 7 se hacen la siguiente prueba, la colonoscopia. Sólo en el 70 por ciento se hacen la segunda parte del reconocimiento y así, solo en el 70% se descarta el cáncer colo-rectal.
Mala prensa, optimizar la campaña de cribado e informar a la población de los beneficios de la simple prueba de sangre en heces para que la población diana se conciencie de la importancia.
La ventana de 10 años que comentábamos en la enfermedad silenciosa, impalpable, oculta, es posible que tengamos mucho que ver los médicos por no hacer concienciación suficiente.
Los hábitos poco saludables, la falta de síntomas concretos, la concienciación en la realización de campaña publicitaria (de verdad), el propio envejecimiento poblacional, enfermedades como la diabetes, la obesidad y sobre todo la falta de adherencia en los mayores de 50 años a los sistemas de cribado (especialmente en los hombres), hacen que estemos en mantillas en nuestra comunidad. También hay que decir que hay comunidades que ya han dado dos vueltas, casi, a la población diana, en la implantación del programa.
Una simple prueba de heces nos puede salvar la vida
Si el problema importante del cribado son las colonoscopias, que son las que están frenando la implantación. Hagamos campañas de concienciación serias.
Disponemos de unidades específicas de colonoscopias, de coloproctología de nivel superior, extraordinarias. Pero lo magnífico, el nivel de profesionalidad y un contenido humano de difícil superación, desde la auxiliar hasta el cirujano.
Gracias por todo y sólo me queda desearos lo que me decían en el pueblo que ejercí mi profesión durante 20 años (C.S. Alcaraz): «Don Juan no se tenía que morirse nunca, lo necesitamos». Pues eso, misma receta para todo el equipo, os necesitamos. Gracias.