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El Servicio de Urgencias de Talavera de la Reina elabora tres guías sobre fragilidad
Cuando un paciente es frágil se considera que está en la antesala de la discapacidad, situación que se puede prevenir, diagnosticar y tratar, de ahí que el Sescam haya avalado la publicación de cinco guías sobre fragilidad en el paciente anciano.
Fragilidad, antecedente de la discapacidad
El Grupo de Fragilidad del Servicio de Urgencias Hospitalarias de Talavera de la Reina ha presentado las Guías de Fragilidad en el paciente anciano. En concreto, se han elaborado tres guías, una centrada en la fragilidad del paciente anciano, otra para el manejo del paciente frágil en residencias, y una tercera de autocuidados para el paciente frágil.
“La prevalencia de la fragilidad se estima, de acuerdo con los estudios disponibles a nivel internacional, entre el 7 y el 12 por ciento de la población”, explican dos de los autores, los doctores María Esther González Cuevas y Joaquín Álvarez Gregori, ponentes a su vez en la charla virtual de presentación de estas guías que han tenido gran aceptación entre los profesionales.
Se entiende por fragilidad el estado o condición que antecede a la discapacidad, en el que se produce una disminución de las reservas fisiológicas y un mayor riesgo de declinar, así como una gran vulnerabilidad frente a factores estresantes. Asimismo, el estado de fragilidad es un importante predictor de efectos adversos graves de la enfermedad, si bien es un proceso dinámico potencialmente reversible.
Caídas de repetición
Asimismo, explican que el paciente frágil se caracteriza por contar con un deficiente soporte o con condicionantes sociales adversos; sufre caídas de repetición, con alteración de la movilidad y el equilibrio, debilidad muscular y realiza poco ejercicio, con limitación de la actividad y de la función física. También tiende a ser un paciente polimedicado, que ha experimentado recientemente un proceso de hospitalización, que se encuentra en un deficiente estado nutricional y que sufre una pérdida incipiente o precoz de funcionalidad de actividades instrumentales.
“Estas tres guías están desarrolladas con la vista puesta en los profesionales sanitarios, con protocolos y recomendaciones para el abordaje de la fragilidad en el paciente anciano en distintas situaciones”, explican.
Grupo de Fragilidad de Talavera
Estas tres guías complementan el trabajo que se realiza por parte del Grupo de Fragilidad del Área Integrada de Talavera de la Reina, integrado por profesionales del Servicio de Urgencias.
El Grupo de Fragilidad nació en el seno del Servicio de Urgencias del Hospital de Talavera con el objetivo pionero de identificar a su población diana entre aquellas personas mayores de 75 años que acuden a Urgencias por caídas o cualquier otra causa, así como entre aquellos pacientes mayores de 75 años que forman parte de otros programas asistenciales, como puede ser la atención al paciente crónico o la unidad de caídas, entre otros.
Promover el envejecimiento activo
El objetivo de este equipo es ofrecer a los pacientes un recurso asistencial específico, la Consulta de Fragilidad, centrada en detectar e intervenir sobre la fragilidad y el riesgo de caídas en las personas mayores (como medio para evitar o retrasar el deterior funcional), así como en mejorar la calidad de vida de personas mayores en situación de vulnerabilidad, promover el envejecimiento activo y prevenir o reducir la discapacidad.
De este modo, y gracias al trabajo multidisciplinar de los profesionales del Grupo de Fragilidad, con la colaboración de los profesionales de la Gerencia, se establece un plan terapéutico específico para cada uno de los pacientes identificados y atendidos, coordinando para ello a los distintos ámbitos asistenciales implicados en el tratamiento y seguimiento del paciente, no solo desde el punto de vista sanitario, sino también en su dimensión social.
