• Hay desánimo pero también grandes profesionales

    El Autor

    Vicente Calatayud

    Neurocirujano

    Hemos acabado el mes de mayo, llegamos al mes de junio, la mitad del año, el tiempo pasa más rápido de lo que somos conscientes. Este año está siendo especialmente complejo en muchos aspectos, pero algunos de ellos han llegado a saturarnos de tal forma que no merece la pena nombrarlos, están en la memoria de todos, pero precisamente porque nos han saturado nos han hecho perder la realidad del día a día de nuestro entorno más próximo, nuestra comunidad, nuestra región, nuestra ciudad, nuestra sanidad, nuestro hospital.

    En junio hará un año que dejé mi actividad en lo que fue mi casa durante mucho tiempo, el Hospital General de Albacete, donde compartí esfuerzos, alegrías, ilusiones, horas de angustias, momentos difíciles pero también momentos tremendamente felices por lo que habíamos conseguido, con mis compañeros y con todos los profesionales que hacen posible que ese hospital siga adelante.

    No estoy dentro ya de la dinámica del hospital, pero sí en contacto con la sanidad de nuestra comunidad y sigo los no cambios que se producen en nuestra sanidad.

    Se percibe un descontento general en los profesionales

    Se percibe un descontento general en los profesionales, un desánimo que muchas veces se esconde en el buen hacer de todos los que aún trabajan día a día, para mantener la sanidad en el lugar que ha estado a pesar de las dificultades que nos brindan nuestro gestores.

    Que estamos en época prelectoral  no tengo que decirlo, por eso en este tiempo ya hemos oído que se licitarán las obras de los hospitales de Puertollano, Cuenca, por supuesto se retomaran las obras del Hospital de Toledo, y en nuestro caso nos quedamos con retomar de nuevo el Plan Director. Recientemente oíamos a nuestro alcalde como asumía, aceptaba, no sé si de buen grado, que ya no habrá nuevo hospital.

    Seguimos en una cuesta descendente sin freno

    ¿Ha cambiado realmente algo en este tiempo? En el fondo creo que seguimos en una cuesta descendente sin freno, los contratos del personal sanitario, enfermeras, auxiliares celadores, facultativos siguen siendo de aquella forma, dudo que se contemplen realmente las necesidades de los servicios y las peculiaridades de los mismos a la hora de ubicar al personal, con los médicos no queda más remedio, están obligados por la especialidad, pero respecto al resto seguramente el personal de enfermería sigue siendo chica para todo, probablemente los sindicatos jueguen un gran papel en este sentido, negativamente por supuesto y por otro lado las distintas direcciones no tienen que hacer grandes esfuerzos, lo importante es rellenar huecos sin importar la preparación o no para ese puesto.

    Respecto a la obsolescencia de la tecnología no es necesario hablar mucho, ya lo hemos mencionado en más de una ocasión, ¿Dónde está aquella segunda RMN que se nos ha prometido en varia ocasiones? ¿No estaba ya licitada? Venía  de camino pero no sabemos dónde se perdió.

    No tengo nada en contra de los movimientos de humanización de la medicina, son necesarios, pero humanización también es acelerar el diagnóstico con los medios más avanzados tecnológicamente, exactos, completos, que nos permitan acelerar el tratamiento más adecuado. Qué mayor humanización que la espera en el diagnóstico sea la más corta posible gracias a una tecnología punta, qué mayor humanización que nuestros pacientes estén el menor tiempo posible ingresados en nuestro hospital porque disponemos de los elementos necesarios para un tratamiento integral gracias a los adelantos técnicos.

    Presumo que lo que ha ocurrido es que todo es un año más viejo, como yo

    No creo que en este sentido hayan cambiado mucho las cosas en nuestro hospital, presumo que lo que ha ocurrido es que todo es un año más viejo como yo.

    Hace unos días podíamos leer:

    Castilla-La Mancha revalida el título como la región con la mayor tasa de espera del país en Traumatología, donde el 49% de los más de 12.200 pacientes tienen que esperar más de seis meses para entrar en un quirófano. Según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, a 31 de diciembre de 2017, el Sescam tenía a 36.180 castellanomanchegos en la lista de espera quirúrgica.

    Podemos decir que ha habido algún movimiento por parte de nuestros gestores para cambiar esta situación, yo diría que no, no tienen claro lo que quieren y lo más grave no saben y no quieren resolverlo, siempre será un arma arrojadiza contra el contrario.

    Que estamos en periodo prelectoral ya lo he dicho, pero ¿conocemos algún movimiento de los distintos partidos políticos en el campo de la sanidad?, es una sorpresa la que nos deparan, tan grande como la que nos puso Cospedal al frente de su gabinete, o como la que nos ha puesto García Page.

    Lo realmente sorprendente es la falta de respuesta ante esta desalentadora situación en nuestro hospital, veremos que ocurre este verano y como están las cifra después del periodo estival.