• HDL, la importancia del ‘colesterol bueno’

    Las HDL, lipoproteínas conocidas como el colesterol bueno, han demostrado que son clave en el caso de los pacientes con problemas cardiacos. Una muestra de 138 pacientes con reestenosis de stent tratados por la sección de Cardiología Intervencionista y Hemodinámica del Hospital General Universitario de Ciudad Real así lo demuestra.

    El Autor

    Jorge Martín-Nieto González

    Médico, egresado de la Facultad de Ciudad Real. Participante en el certamen CuenTFGéame

    La enfermedad coronaria es la primera causa de muerte en los países desarrollados. Se produce por el acúmulo de lípidos en la pared de las arterias coronarias que pueden provocar una oclusión parcial o total, dificultando la llegada de sangre a las células del miocardio.

    Imagen de archivo.
    • La dieta mediterránea aumenta el ‘colesterol bueno’. Según un artículo publicado en la Revista Española de Cardiología, la dieta mediterránea aumenta un 10% el llamado ‘colesterol bueno’.

    Las HDL, claves para evitar la reestenosis de stent

    Estos pacientes requieren de un control estricto de los niveles de colesterol con el objetivo de disminuir el riesgo de progresión de las lesiones y la aparición de angina de pecho o de infarto agudo de miocardio.

    El colesterol se transporta en sangre unido a lipoproteínas, que son las que se cuantifican en las analíticas de sangre. Entre ellas destacan las LDL (lipoproteínas de baja densidad) que se encargan de transportar el colesterol hacia los tejidos, y las HDL (lipoproteínas de alta densidad) que transportan el colesterol desde los tejidos al hígado para su eliminación, por lo que son conocidas como “el colesterol bueno”.

    Uno de los tratamientos de la enfermedad coronaria es la angioplastia coronaria con implante de stent, que consiste en introducir un dispositivo con forma de muelle sobre una guía a través del brazo o la ingle (arteria radial o femoral), llevándose al lugar de la lesión, donde se implanta definitivamente. En este proceso, se provoca un daño en la capa íntima del vaso coronario, lo que desencadena una respuesta inflamatoria que, si bien facilita el proceso de reparación, con el tiempo puede provocar que se vuelva a estrechar la arteria coronaria, ocasionando la complicación conocida como reestenosis de stent.

    El estudio desarrollado pretende establecer la importancia del control de los niveles de colesterol en los pacientes con reestenosis de stent. Para ello, se realizó un seguimiento de una muestra de 138 pacientes con reestenosis de stent tratados por la sección de Cardiología Intervencionista y Hemodinámica del Hospital General Universitario de Ciudad Real, buscando la aparición de nuevas reestenosis de stent y de otros eventos cardiovasculares mayores como el desarrollo de síndrome coronario agudo.

    Objetivo: niveles de colesterol inferiores a 70 mg/dl

    La muestra estaba compuesta por una mayoría de varones con una edad media de 66 años y una elevada prevalencia de factores de riesgo cardiovasculares (diabetes, hipertensión arterial y dislipemia). Tan sólo la mitad de estos pacientes presentaban unos niveles de colesterol inferiores a 70 mg/dl, objetivo marcado por las guías de la Sociedad Europea de Cardiología de 2016 para pacientes con enfermedad coronaria establecida.

    Los pacientes con niveles de colesterol LDL inferiores a 70 mg/dl mostraron una menor tasa de nueva reestenosis de stent durante el seguimiento, y un menor riesgo de presentar otros eventos cardiovasculares mayores. Por otro lado, los pacientes con unos niveles de colesterol HDL elevados presentaron menos eventos cardiovasculares mayores y una aparición más tardía de estos.

    Los fármacos no son suficientes

    Los resultados muestran la importancia del control lipídico en pacientes con reestenosis de stent. Esta importancia radica tanto en la prevención de nuevas reestenosis como del resto de eventos cardiovasculares, lo cual, probablemente se vea influido por el hecho de ser pacientes con enfermedad coronaria con otras lesiones ateroscleróticas en distintos lugares del árbol coronario.

    A pesar de que existen fármacos capaces de elevar de forma aislada los niveles de colesterol HDL, estudios previos no han mostrado que logren disminuir el riesgo cardiovascular de los pacientes. Sin embargo, la cuantificación de los niveles de colesterol HDL podría ser de gran utilidad para conocer el riesgo de presentar eventos en estos pacientes, y, de esta forma poder llevar a cabo un manejo terapéutico y un seguimiento individualizado.

    ▶️ ¿Qué es ‘CuenTFGéame’?

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