• Hellín pone banda sonora al hospital

    Las imágenes de este reportaje son del urólogo Francisco Manuel Alapont y del gerente del Hospital de Hellín, Ángel Losa Palacios.

    Ochenta músicos repartidos por todo el centro sanitario, desde la calle hasta los pasillos. La Escuela Municipal de Música de Hellín ha revolucionado su hospital sumándose así a una iniciativa que no deja de sumar seguidores, la de “Música con tres H”, de Hospital, de Hellín y de Humanización.

    Y es que la gerencia hellinera quiere que tanto el hospital como los centros de salud abran sus puertas paulatinamente a las artes. Para ello, tal y como ha explicado el director médico, Juan Pérez, hay dos líneas de trabajo, una con los profesionales sanitarios y otra con los pacientes y familiares.

    Por un lado, está “Saludarte”. Esta iniciativa la encabeza la psicóloga Lourdes Rueda, quien, una vez al mes, celebra sesiones con los trabajadores del hospital para enseñarles a llevar la carga emocional que supone el día a día en un hospital. Para ello, Rueda invita a sus sesiones a arquitectos, pintores o bailarines. Trata de explicar a los profesionales sanitarios cómo protegerse del dolor que acompaña a la enfermedad, pero también les enseña a abrirse a sus pacientes.

    Y, por otro lado, está la música, que ya ha entrado en el hospital en tres ocasiones en el último año. Todo empezó con un concierto en el salón de actos organizado con la Asociación Desarrollo. Aquí los protagonistas fueron los niños con autismo. Después hubo un concierto, donde un pianista y un solista cantaron a las plantas medicinales. La tercera iniciativa contó con el Coro de San Rafael de Hellín, que recorrió todas las plantas, pasando también por la UCI.

    Finalmente, el colofón a esta apuesta por la banda sonora lo pusieron los ochenta jóvenes de la Escuela Municipal de Música de Hellín bajo la batuta de su director, Jesús Miguel Pérez Castro. Durante una mañana, pacientes, familiares y profesionales se encontraron con que por todos los rincones del centro sanitario sonaban guitarras, trombones, voces, flautas, violines o saxofones. Juan Pérez ha explicado que esta última iniciativa fue una sorpresa, pero con tan buenos resultados que se repetirá. “La liamos. Esto no parecía un hospital”.

    Así, la música no puede sustituir la labor de médicos y enfermeras, pero sí puede ayudar a bajar la ansiedad y el estrés que provocan la enfermedad y el miedo a todo lo que conlleva.