• Hitos, sobrecarga y demás familia sanitaria

    El médico de Familia Francisco Martín Ros hace un recorrido por lo que considera los hitos de la atención sanitaria de los últimos 40 años

    El Autor

    Francisco Martín Ros

    Médico de Atención Primaria

    Desde la insignificancia que represento en el mundo de la medicina me atrevo a asegurar que tres han sido los acontecimientos socio-sanitarios más relevantes en los últimos 40 años: la universalización de la asistencia sanitaria a toda la población, la implantación del Sistema MIR como medio de formación de médicos especialistas, y la puesta en marcha de una moderna y eficaz Atención Primaria de Salud. 

    Hitos sanidad Martín Ros

    1986, un antes y un después

    Aunque la universalización de la atención sanitaria emana de la Constitución de 1978, en la práctica no es hasta la promulgación de la Ley General de Sanidad de 1986 cuando se crea un sistema de financiación pública y aseguramiento único en el que todos, sin excepción, tuvieran acceso a las prestaciones sanitarias en condiciones de igualdad.

    De hecho, hasta la entrada en vigor de la LGS, la Seguridad Social protegía a los trabajadores que cotizaban y a sus familiares dependientes, estando exentos aquellos mayores de edad no cotizantes o en paro. Ello explica que por aquellos años muchos trabajadores discontinuos se vieran obligados a adquirir un seguro sanitario privado que paliase de alguna manera las nefastas consecuencias derivadas de imprevistos déficits de salud.

    Hoy día, apenas le damos importancia a este aspecto de nuestra Seguridad Social, pero es, sin ningún género de duda, el avance social más importante de nuestra reciente historia. Y si no que se lo pregunten a las miles de familias norteamericanas que han terminado en la más absoluta ruina por costear la asistencia sanitaria de algunos de sus miembros. 

    Sistema MIR

    Otro aspecto revolucionario del que hacía mención antes es la implantación, en el año 1978, del Sistema MIR como medio para formar a los médicos especialistas de este país. Este sistema ha dado unos resultados espectaculares y tanto es así, que los médicos especialistas de nuestros hospitales constituyen probablemente el recurso humano sanitario más y mejor valorado en Europa; mucho más que en nuestra propia nación.

    Que las Facultades de Medicina en España se nutran de los mejores expedientes de bachiller, no es sino un primer paso para asegurar un buen aprovechamiento de los recursos educativos universitarios. 

    Atención Primaria

    Por último, es obligatorio hacer mención especial del desarrollo que la Atención Primaria ha experimentado en nuestro país. El concepto que mejor define a esta Atención Primaria es la inmediatez y facilidad de acceso. Precisamente por ello es contradictorio que exista una lista de espera en este contexto.

    Pedir cita para el médico de cabecera y que se obtenga una semana más tarde es un dislate que desprestigia la asistencia y atenta contra su principio más básico. A los que, como yo, nos dedicamos a ella, se nos ocurren varios motivos que explican tal dislate. Tanto la falta de una política de personal que asegure las plantillas pertinentes -incluyendo los períodos vacacionales-, como la reasignación de las múltiples tareas que en una compleja atención se precisan son, probablemente, las cuestiones más demandadas por el personal facultativo.

    Sobrecarga

    No olvidemos que disfrutar de un período vacacional merecido, lleva implícito en la actualidad una vuelta al trabajo en la que de manera automática el médico se ve obligado a redoblar sus esfuerzos para poner al día la ya de por sí sobrecargada demanda. Llegado este punto, cabría preguntarse si aumentar las plantillas bastaría para solventar el problema. Que me perdonen los colegas que defienden a esta medida como la única y más perentoria solución, pues mucho me temo que, en una sociedad como la que hemos creado, sería un parche con fecha de caducidad.

    La experiencia nos dice que servicio que se instaura acaba, indefectiblemente, sobrecargado e impotente para atender la demanda creada, precisamente por la sola causa de su implantación.

    El ciudadano

    La voracidad en el consumo de bienes sanitarios es tanto mayor cuanto más numerosos sean estos servicios. Ello nos debe hacer pensar en una cuestión que nadie menciona, que ningún político se atreve a plantear y que, por más que esté latente, no se aborda con la debida actitud. Me estoy refiriendo al papel que desempeña el usuario, el ciudadano que demanda asistencia médica.

    Y dos son los aspectos que, para terminar, quiero mencionar como determinantes en este sentido. Uno, la actitud que se observa en no pocos pacientes a la hora de exigir exploraciones complementarias, medidas terapéuticas y atención reiterativa que, en modo alguno, están justificadas. Y otra, y no menos importante, la poca tolerancia que mostramos al disconfort, en la creencia, errónea por supuesto, de que basta con acudir al sistema sanitario para que este desaparezca. 

    Aquí puede consultar otros artículos del Dr Martín Ros

    Un comentario

    1. Francisco Martín Ros, estoy de acuerdo contigo ! A los directivos no les preocupa nuestra situación, es momento de que se pongan muy serios con la sociedad irresponsable !!

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *