Los compañeros del Hospital General de Villarrobledo han rendido homenaje a la enfermera Isabel Pérez Córdoba, que fallecía el pasado mes de mayo, a los 30 años, en Albacete. «Excelente persona, humilde, prudente, alegre, trabajadora y guapísima». Así la definen quienes han trabajado con ella en la planta de Medicina Interna. Alumna de la Facultad de Enfermería de Albacete, la vocación guió cada uno de sus pasos.
«Excelente persona, humilde, prudente, alegre, trabajadora y guapísima»
«Siempre estaba dispuesta a ayudar. Le encantaba su trabajo», recuerda una de sus compañeras. De hecho, la enfermera Isabel Pérez Córdoba tuvo la oportunidad de destinos más cómodos, pero renunció. Quería su planta de Medicina Interna en el pequeño hospital de Villarrobledo, donde, si bien las jornadas laborales no dan un respiro, el equipo es una piña que responde a todo tipo de patolologías.
El homenaje a Isabel ha sido un acto sencillo en el que sus compañeros no han podido articular palabra. Y es que, después de trabajar codo con codo con ella durante la crisis sanitaria, ahora que la presión asistencial ha bajado, es cuando realmente han sido conscientes de todo lo que han perdido.
El acto ha estado presidido por una ilustración de la joven. Ha hablado la gerente del Hospital, Caridad Ballesteros, a quien los compañeros de Isabel daban las claves de la excepcionalidad de esta enfermera. Después de guardar un minuto de silencio, se proyectó un emotivo vídeo y los asistentes al acto cogieron rosas blancas que depositaron junto al dibujo de la enfermera. El homenaje a Isabel Pérez Córdoba terminó con la entrega del ramo de rosas blancas a una de sus hermanas, que asistió con un grupo de amigos de la joven.
La calidad humana, la vocación y la alegría con la que afrontaba cada jornada en Medicina Interna han protagonizado el homenaje a Isabel Pérez Córdoba.