
El Hospital de Hellín, alentado por sus enfermeras, se suma al Programa Sumamos Excelencia, que no tiene otro objetivo que mejorar para que los cambios repercutan en los pacientes.

«Invita a trabajar con eficiencia»
Este programa consiste en la implantación de recomendaciones de buenas prácticas, en este caso sobre la valoración y manejo del dolor en la Unidad de Cuidados Especiales. El proceso continuará durante un año. Así, nuevas sugerencias se auditarán y evaluarán. Una vez acabado el periodo y de forma progresiva, el objetivo es trasladar estas medidas al resto de unidades del Hospital.
El uso de guías de buenas prácticas o recomendaciones basadas en la mejor evidencia disponible provenientes de la literatura científica permite integrar los resultados de la investigación a la práctica clínica habitual. “Lo que redunda en beneficios para el paciente en primer lugar”, explica el líder del proyecto y supervisor de la Unidad de Cuidados Especiales, Ramón Azor. Además, es igualmente positivo e importante para la propia organización pues “invita a trabajar con eficiencia y para los profesionales, ya que evita la variabilidad en los cuidados aplicados”.
A partir de este momento, se obtendrán resultados del funcionamiento del programa cada tres meses y así se podrá ir analizando la mejora de la práctica clínica mediante la introducción de estas recomendaciones que optimicen la atención a los pacientes.