• El Hospital de Villarrobledo ya tiene quien le defienda

    Se llama Milagros Fernández del Amo y ha recogido más de 5.000 firmas en defensa del Hospital General de Villarrobledo. Como paciente de Reumatología, con fibromialgia, ha visto cómo el centro sanitario va perdiendo prestaciones. Quiere frenar lo que considera “una decadencia paulatina”. Así, si Albacete tiene a la Plataforma por un Hospital Público Digno, Villarrobledo tiene a Milagros y sus cinco mil apoyos.

    Hospital Villarrobledo firmas
    Milagros Fernández y José Luis Sevillano entregaban esta semana las firmas en defensa del Hospital de Villarrobledo.

    Fernández advierte de la falta de medios y especialistas

    A los pacientes los citan de madrugada para la resonancia de Tomelloso

    Si en la etapa de los recortes del Partido Popular llegó a surgir una Plataforma en Defensa del Hospital de Villarrobledo, ahora son dos pacientes los que, como David contra Goliat, quieren cambiar las tornas. Y es que Milagros Fernández empezó sola, pero ahora cuenta con el apoyo de quien considera su mano derecha, José Luis Sevillano Calero, un paciente, trasplantado de hígado, que ve, como ella, que el hospital que inició su andadura en 2007 no tienen nada que ver con el de 2019.

    Ambos pacientes entregaban esta semana 5.044 firmas en defensa del Hospital de Villarrobledo al delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos. Quien fuera alcalde de Villarrobledo y presidente de la Diputación no pudo recibirles, por lo que, pasado un tiempo prudencial, si no hay contestación, ambos irán a Toledo, a la Consejería de Sanidad, y a Madrid, al Defensor del Pueblo.

    Un hospital que se apaga

    Y es que Milagros Fernández ha visto en primera persona la falta de medios que hay en el Hospital de Villarrobledo. Asegura que el centro sólo funciona de ocho a tres y de lunes a viernes, que para someterse a una resonancia hay pacientes que tienen que viajar de madrugada a Tomelloso y que las Urgencias carecen de personal para pruebas diagnósticas por la tarde y por la noche.

    Para Milagros Fernández, las alarmas saltaron cuando vio que el reumatólogo que la trataba dejó de ir al hospital. De la noche a la mañana, sólo pasaba consulta un especialista, por la tarde y una vez a la semana, que venía del Hospital de Tomelloso. Las visitas se fueron distanciando hasta que en verano cesaron. Fue entonces cuando a esta paciente le dijeron que no la volverían a ver hasta finales de 2020, motivo por el que empezó a pedir firmas de apoyo para recuperar un hospital que considera abandonado.

    Ella sola ha recorrido cada rincón de Villarrobledo y su comarca, lo que le ha valido para reunir esas más de 5.000 firmas, pero también para constatar que los problemas que ha visto en Reumatología y Urgencias se pueden trasladar al resto de los servicios.

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