La incidencia COVID no se reparte por igual en Castilla-La Mancha. Los horrores que sufrió en la primera ola, la responsabilidad de la población, la labor de los equipos rastreadores o el hecho de que la cepa británica se concentre en Toledo y Ciudad Real. El caso es que, sin dejar el “riesgo extremo”, Albacete capital (648) tiene una incidencia acumulada por COVID muy por debajo de Talavera de la Reina (2.486), Toledo (1.030), Guadalajara (1.249,55), Cuenca (1.868) o Ciudad Real (1.411).
La OMS establece el límite en una incidencia de 50 casos a 7 días
Según los últimos datos publicados por la Consejería de Sanidad, referidos a los 14 días del 11 al 24 de enero, la mayoría de los municipios de Castilla-La Mancha están muy lejos de los 50 casos por cada 100.000 habitantes a 7 días, cifra que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), debiera hacer saltar todas las alarmas y que en Castilla-La Mancha es difícil de encontrar.
De hecho, la capital con las cifras más esperanzadoras, Albacete, supera incluso el riesgo extremo. Pero si Albacete está en una incidencia de 648 casos a 14 días, Guadalajara la duplica, Cuenca la triplica y Talavera de la Reina rompe los esquemas.
No obstante, dentro de lo que es la provincia de Albacete hay municipios en los que la incidencia es desorbitada, como es el caso de Villapalacios (8.061), Alatoz (7.321), Albatana (6.213), Férez (5.287), Fuenteálamo (.4.419) o Alpera (4.282). Y dentro del complicado contexto de contagios que vive España desde marzo, hay municipios que, hasta el 24 de enero, permanecían libres, como es el caso de Alborea, Ayna, Bienservida, Casas de Lázaro, La Herrera, Masegoso, Montalvos, Peñascosa, Pozo Lorente, Robledo, Vianos, Villa de Ves y Villatoya.
En toda Castilla-La Mancha hay municipios sin un solo contagio detectado, pero no tantos como localidades de una incidencia COVID disparada, de ahí que el 19 de enero se optara por un cierre perimetral que, de momento, se prorroga hasta el 9 de febrero. Así, las zonas más afectadas no exportan el virus al tiempo que aquellas sin incidencia se mantienen protegidas.
De Alborea a Villapalacios
- Los gráficos sobre la incidencia COVID en Castilla-La Mancha son del pediatra Juan Ríos.
Cabe señalar que si bien la incidencia se dispara en cuanto hay casos en un pequeño municipio, son los más fáciles de controlar por su tamaño. Así, preocupan más los más de 2.400 casos de Talavera de la Reina que los más de 21.000 del municipio conquense de Cañaveruelas.
La incidencia por autonomías, también preocupante
Comparando la situación por autonomías, Castilla-La Mancha, si bien ha empezado a bajar la incidencia lentamente, aún está entre las regiones españolas que superan los 1.000 casos de incidencia. Con 1.205 casos, está detrás de Valencia, Castilla y León o Murcia.
La vacuna, que si bien no es la solución a corto plazo, es la única salida que se vislumbra para la situación de incertidumbre que se vive desde marzo.
Aquí puede consultar la situación de la campaña de vacunación
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