• La incontinencia afecta a seis millones de españoles

    Seis millones de personas padecen incontinencia urinaria en España. Se estima que hasta cuatro millones no lo consulta, se resigna a vivir con el problema. El principal motivo, por vergüenza. Afecta a 1 de cada 4 varones a partir de los 40 años, y a un tercio de las mujeres en edad laboral.

    Seis millones de personas padecen incontinencia en España.

    La incontinencia urinaria afecta a 400 millones de personas en todo el mundo

    La incontinencia urinaria afecta a unos 400 millones de personas en todo el mundo. En España, se estima que unos seis millones de personas padecen este problema. Sin embargo, es difícil hablar de cifras exactas. Más de la mitad de los afectados lo ocultan a pesar del grave impacto que supone en su calidad de vida.

    Se calcula que, en torno a cuatro millones de personas no consulta sobre esta patología. Se resigna a convivir con el problema, por vergüenza o por pensar que es algo normal asociado al proceso de envejecimiento.

    La accesibilidad y cercanía de enfermería es clave para conseguir que los pacientes que padecen incontinencia superen cualquier barrera emocional. Que reconozcan su problema y reciban el trato más adecuado.

    El estigma asociado a la incontinencia lleva a que los pacientes eviten hablar de ello, con lo que no pueden ser ni valorados ni adecuadamente controlados. Además, se ve como un problema de salud que no reviste gravedad, al no comprometer la vida del paciente.

    La patología afecta gravemente a la calidad de vida de los pacientes, limitando su autonomía y reduciendo su autoestima

    En ocasiones, se percibe como una consecuencia normal del proceso de envejecimiento. Sin embargo, la realidad es que afecta gravemente a la calidad de vida de los pacientes, limitando su autonomía y reduciendo su autoestima.

    Aunque su prevalencia aumenta con la edad, la patología puede aparecer en cualquier etapa de la vida y no es inherente al envejecimiento. Entre sus consecuencias se encuentran las infecciones de orina o las úlceras.

    Un programa quiere dotar a Enfermería de las competencias necesarias para detectar los casos ocultos de incontinencia y prescribir el mejor tratamiento

    Para conseguir que millones de personas reconozcan su problema y tengan un trato adecuado, el Consejo General de Enfermería y Essity ponen en marcha un programa formativo. El objetivo es dotar a enfermería de las competencias y habilidades necesarias para detectar los casos ocultos de incontinencia. Además de que puedan prescribir el mejor tratamiento posible y, que este, sea personalizado.

    “Debemos poner el acento en los cuidados”

    El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, recomienda “poner el acento en los cuidados. Hasta ahora, nuestros sistemas de salud estaban pensados para ocuparse de pacientes jóvenes con problemas agudos, pero, cada vez más, debemos pensar en pacientes crónicos y población mayor y es ahí donde la enfermera, profesional de los cuidados, desempeña un papel fundamental”.

    La incontinencia urinaria afecta gravemente a la calidad de vida de los pacientes. En el caso de los mayores, con movilidad reducida e inestabilidad, la urgencia por acudir al baño puede desembocar en una caída, con el riesgo de fractura que supone y la morbimortalidad que esto conlleva.

    Como subraya Florentino Pérez Raya, “una enfermera bien formada contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes con incontinencia urinaria y les ayuda a romper con ese aislamiento y pérdida de autoestima que sufren muchos de ellos. Pero para ello, es necesario que se atrevan a hablar del problema y aquí, también, la enfermera, como profesional sanitario más cercano al paciente, es fundamental”.

    Es importante individualizar cada caso e indicar el tratamiento que mejor se adapta a su estilo de vida

    Existen distintos tratamientos y productos que pueden ayudar a estos pacientes a mejorar su día a día. Es importante individualizar cada caso e indicar el que mejor se adapta a su estilo de vida.

    Una solución para cada paciente

    “No es lo mismo una mujer joven que un anciano dependiente o un varón de 50 años. Los absorbentes, por ejemplo, han evolucionado muchísimo y actualmente indicamos unos u otros atendiendo no sólo ya a la talla sino a su movilidad, grado de dependencia –si es que tiene- e incluso tipo de piel, pero para hacer esto, las enfermeras debemos estar formadas”, subraya Mayte Pérez, enfermera de Atención Primaria y experta en el manejo de la incontinencia urinaria.

    Un error es poner dos pañales, no absorberá más para hacer menos cambios

    Además de indicar el tipo de absorbente, la enfermera es la encargada de explicar al paciente o familiar, cómo colocarlo y utilizarlo adecuadamente para evitar prácticas poco aconsejables. Desgraciadamente, se dan en algunos casos, e incluso, en residencias, como el de poner dos pañales pensando, erróneamente, que absorberán más y habrá que hacer menos cambios.

    Uno de cada cuatro varones sufrirá incontinencia a partir de los 40 años.

    Varones

    Si bien es más frecuente en la mujer y se asocia con el embarazo, la menopausia y el envejecimiento, la incontinencia urinaria puede afectar a ambos sexos en cualquier etapa de la vida.

    1 de cada 4 varones sufrirá incontinencia a partir de los 40 años

    Los datos apuntan a que 1 de cada 4 varones sufrirá incontinencia a partir de los 40 años. Además del envejecimiento, el tamaño de la próstata, el cáncer de próstata y trastornos neurológicos como el Parkinson o el Alzheimer son las causas más habituales.

    Sin embargo, si de forma general este problema tiende a ocultarse, en el varón la ocultación es aún mayor. La vergüenza y el estigma de estos pacientes ante una situación que afecta a su higiene personal, a su vida familiar, social, profesional e incluso a su esfera más íntima les impide pedir ayuda. Esto deriva, en muchos casos, en pérdida de autoestima, aislamiento y depresión.

    Con tal de no consultar, estos pacientes llegan a recurrir a métodos de lo más variopinto como utilizar papel higiénico como absorbente e incluso preservativos para evitar fugas con el riesgo de padecer infecciones de orina que esto conlleva.

    La mujer joven

    Pero lo cierto es que, efectivamente, la incontinencia urinaria afecta más a la mujer que al varón. De hecho, los estudios epidemiológicos señalan que el problema afecta aproximadamente a un tercio de las mujeres en edad laboral y a la mitad de ellas si hablamos de edades avanzadas. En la mujer se asocia principalmente a la edad, a la menopausia y al embarazo.

    Muchos casos pueden evitarse mediante ejercicio de suelo pélvico

    En estos casos, la enfermera es también vital no sólo en el diagnóstico y propuesta del tratamiento más adecuado, sino también en la prevención. Muchos de estos casos, pueden evitarse si se actúa a tiempo, por ejemplo, mediante los ejercicios de suelo pélvico.

    La edad avanzada

    El hecho de tener una población cada vez más envejecida hace que la prevalencia de la incontinencia urinaria sea creciente.

    En la población mayor, a menudo, la incontinencia se acompaña de inestabilidad y dificultad de movimientos. Estas personas viven pendientes de tener un baño cerca ya que, cuando les llega la urgencia, deben acudir rápidamente.

    Esa urgencia añadida a los problemas de movilidad supone, además, un mayor riesgo de tropezar y sufrir caídas con el riesgo de fractura y las consecuencias fatales que esto puede acarrearles.

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