• “Ver la muerte te hace perder el miedo”

    José Gabriel Román Moreno forma parte de ese porcentaje de afortunados que, si bien acabaron intubados a causa del COVID-19, hoy pueden gritar: “Vencí al coronavirus”. Así se titula el libro en el que este paciente cuenta sus 42 días hospitalizado, 34 en la UCI del Hospital General Universitario de Albacete.

    intubado
    El paciente, con sus doctoras.

    El celador José Gabriel Román Moreno cuenta en el libro ‘Vencí al coronavirus’ su experiencia como paciente COVID

    Pasó 14 días intubado y 42 hospitalizado

    José Gabriel Román Moreno, trabajador social de 56 años, trabaja de celador en el Hospital General Universitario de Albacete. En agosto de 2020, cuando las vacunas eran una quimera y parecía que había pasado lo peor de la epidemia, se convirtió en víctima de llamada segunda ola.

    Amigo de Arturo Ibáñez, que falleció en el Hospital de Hellín tratando de proteger a sus compañeros, José Gabriel tenía respeto al nuevo virus pero no se veía entre sus víctimas. De hecho, todo comenzó como un catarro, con poca fiebre, por lo que se aíslo en casa pensando que lo suyo iba a ser cuestión de días.

    Pero la fiebre subió y, a los ocho días de los primeros síntomas, José Gabriel ya tenía neumonía bilateral. Fue su mujer, quien también cayó enferma, la que tuvo que llamar al 112, porque él no era consciente de que se estaba ahogando.

    Así, de la noche a la mañana, este paciente se vio de la ambulancia a Urgencias, de ahí a Observación y, directamente, a la UCI, intubado, porque sus pulmones estaban al límite. Fueron los intensivistas quienes bajaron a Observación para informarle de que no quedaba otro camino. Y ahí empezó su relación con la doctora que, haciendo honor a su nombre, Ángela Prado Mira, le salvó la vida con el apoyo de todo el personal de la UCI albaceteña. Prado Mira es precisamente quien firma el prólogo del libro, agotado en su primera edición.

    Ahora que, después de un año de baja, José Gabriel vuelve a trabajar, sólo le queda cierta fatiga y una forma de ver la vida diferente. Agosto de 2020 marcó un antes y un después desde el momento en que les dijo a los médicos: “Estoy en vuestras manos”.

    Ver a su hija en sueños lo animó “a ver la luz y regresar”

    Después de 14 días intubado y en coma inducido, ahora revive un sinfín de sueños en los que él sabía que estaba muriéndose. “No daban un duro por mí”, recuerda, pero mientras soñaba cómo salía de su cuerpo, como si de un viaje astral se tratara, ver a su hija lo animó “a ver la luz y regresar”.

    Perdió más 16 kilos, pasó un mes encamado, 14 días intubado en coma inducido, un mes con oxígeno en casa y aún se fatiga, pero esta víctima del coronavirus quiere que su libro ayude a otras personas que hayan pasado por lo mismo. “Ver la muerte te hace perder el miedo”, repite ahora mientras reconoce que “empiezas a conocer de nuevo”. “No hay que tener miedo a la muerte; hay que vivir el momento”.

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