• Isidro, el símbolo de las listas de espera

    El caso de Isidro Moya se ha convertido en un símbolo para los miles de pacientes que están en lista de espera. Recién operado de una complicada operación de párkinson, ya se encuentra en planta, pero después de haberlo tenido hasta en cuatro ocasiones a las puertas del quirófano. Su caso ha puesto nombre y apellidos a unas cifras, las de las listas de espera, que se pierden entre estadísticas, buzones y agendas cerradas. 

    image

    Isidro Moya en una imagen de archivo. El alcalde Manuel Pérez Castell le impone una condecoración.

    La carta de su familia, publicada en Diario Sanitario, el artículo de opinión de la presidenta de la Asociación contra el Párkinson en Albacete, Lola Játiva, y la indignación de numerosos profesionales ha hecho que el caso de Isidro Moya, Policía Local jubilado, salte a la opinión pública.

    Su historia es la de un calvario, pero también la de la valentía para afrontar una enfermedad neurodegenerativa que no tiene cura. El diagnóstico de párkinson le llegó con solo 55 años. Ahora, a los 68, tenía que enfrentarse a una complicada cirugía para dominar los temblores. Más de seis horas de quirófano y despierto. Sin embargo, lo más duro era retirar la medicación días antes de la intervención.

    Hasta en cuatro ocasiones, Isidro se mentalizó para entrar en quirófano y asumió los terribles efectos secundarios que acompañaban al abandono de los fármacos. Su deterioro era cada vez mayor y, martes tras martes, las circunstancias, averías y falta de camas, le obligaban a volver a empezar. Y es que esta complicada intervención sólo se practica un martes al mes. El neurocirujano Hernán Sandoval obra el milagro con el apoyo de servicios como el de Anestesia o Neurología, pero poco pueden hacer los profesionales cuando fallan las camas o las máquinas.

    Hoy, Isidro Moya ya está en planta, aún no puede hablar y tiene dificultades para moverse. Lo han empezado a medicar y la familia confía en que mejore pronto.

    Las averías en el Hospital General

    La carta de la familia

    La complicada intervención