
El número de Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) en España durante 2020 descendió un 10,97% respecto al año anterior, llegando a registrarse un total de 88.269 IVE. Así, en Castilla-La Mancha estos abortos pasaron de 3.186 a 2.910, registrando una disminución del 9%. En 2011, la región llegó a las 4.192 IVE.




Según se desprende del Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo publicado por el Ministerio de Sanidad, la tasa de IVE en 2020 fue de 10,30 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, frente a los 11,53 de 2019.
Tal y como se apunta desde la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, esta disminución podría deberse a la situación excepcional causada por la pandemia provocada por la COVID; un descenso que se produjo en todas y cada una de las comunidades autónomas y en todos los grupos etarios.
207 centros autorizados
Como indica el Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo, la mayor parte de las IVE tiene lugar durante las primeras semanas del embarazo. Así, el 71,85% de las mismas se registraron antes de la octava semana de gestación, mientras que sólo el 0,18% se produjo más allá de la vigésimo tercera semana.


En el 41,31% de los casos no se utilizaron métodos anticonceptivos
En cuanto al uso de anticonceptivos, según los datos, el 41,31% no utilizaban ninguno. Por otro lado, las 88.269 interrupciones incluidas en el Registro Estatal fueron realizadas en un total de 207 centros autorizados, siendo el 84,51% de los mismos centros derivados (concertados o no) y el 15,49%, centros públicos.
La Estrategia de Salud Sexual y reproductiva en un trabajo conjunto con las comunidades y ciudades autónomas y las sociedades científicas y asociaciones. Esta Estrategia incluye la prevención de embarazos no deseados y la promoción de la planificación familiar.

Según los primeros registros, en 1988 Castilla-La Mancha registró 772 IVE. Una década después, en 1998, la cifra aumentó hasta los 1.470 abortos, alcanzando en 2008 los 3.655. El cambio de la Ley, en 2010, provocó que en 2011 se llegara a las 4.192 interrupciones. Y, finalmente, después de un lustro de descenso de las cifras, en 2017 se registraron 3.023 abortos.
Cabe señalar que las mujeres tienen hoy más facilidad que nunca para dar este paso. Sin embargo, no pueden darlo en la sanidad pública. El Sescam sufraga los gastos del aborto, pero ningún ginecólogo lo practica en los hospitales públicos, por lo que las intervenciones se derivan a clínicas privadas.