• Izpisúa, el triunfo de una madre

    A ella se lo debe todo. Si hoy es un investigador de prestigio internacional, si alcanzara el Premio Nobel o si la regeneración celular le llevara a dejar obsoletos los trasplantes, será porque un día su madre, vendedora de turrón en la Feria de Albacete, se empeñó en que su hijo estudiara, en que llegara más lejos que ella. Juan Carlos Izpisúa Belmonte ha dedicado la Medalla de Oro de la Provincia de Albacete a quien le dio la vida y la inquietud para superarse cada día.

    Izpisúa madre

    Izpisúa ha dedicado a su madre la Medalla de Oro de la provincia de Albacete.

    Pastoreando de sol a sol o de botones en un hotel, el investigador, huérfano prematuro, tuvo que afrontar una infancia y adolescencia duras

    Y es que este hellinero ha llegado muy lejos, pero sin más ayuda que su esfuerzo. Nadie le ha regalado nada. Pastoreando de sol a sol o de botones en un hotel, el investigador, huérfano prematuro, tuvo que afrontar una infancia y adolescencia duras. Sin embargo, en cuanto se le abrieron las puertas a la educación, siendo ya adolescente, no desperdició ni un solo segundo.

    Una historia de película y unos logros que le reservan una página en la historia de la ciencia, han dado lugar a que la Diputación de Albacete, por unanimidad, se haya rendido a Juan Carlos Izpisúa, a quien la provincia de Albacete ha condecorado con su Medalla de Oro.

    Licenciado en Farmacia

    Licenciado en Farmacia con premio extraordinario, máster en Farmacología por la Universidad de Valencia, doctorado en Bioquímica y Farmacología por las Universidades de Bolonia y de Valencia e investigaciones post-doctorales en la Universidad de Marburg, en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular, en Heidelberg y en la Universidad de California, componen el expediente académico de Juan Carlos Izpisúa, que es también doctor Honoris Causa por las universidades de Granada y Murcia.

    Su relevante trayectoria como investigador ha estado asociada desde 1993 al Instituto Salk de San Diego (California) donde ejerce la cátedra Roger Guillemin en el Laboratorio de Expresión Génica. Es también impulsor del Consorcio Sanford de Medicina Regenerativa en la Jolla en la ciudad californiana de San Diego; y ha sido galardonado por los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos con el premio Bill Clinton al mejor investigador en su campo, y por los Institutos Nacionales de Ciencia con el premio a la Creatividad Científica.

    El acto, presentado por la locutora Raquel Cortijo, ha tenido lugar en la sede del Instituto de Estudios Albacetenses.

    En España, de donde se tuvo que marchar por falta de apoyos, ha dirigido el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona y ha sido asesor del Banco Nacional de Material Celular, dependiente del Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa, que es el encargado de coordinar los cultivos de células madre en España.

    Madre coraje

    Marcado por una madre coraje, la falta de apoyos políticos y financieros le obligaron a investigar lejos de casa, lo que no ha impedido que se acuerde de su tierra. Cada vez que tiene ocasión, regresa. Si en diciembre visitaba Hellín, invitado por el instituto que lleva su nombre, cuatro meses después, su mujer y su hija han vuelto a acompañarle para un nuevo homenaje en el que no han faltado representantes de su pueblo y de todo el entramado social albaceteño, desde el obispo Ciriaco Benavente hasta el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Vicente Rouco, presidentes de asociaciones de pacientes, diputados nacionales o el periodista Pedro Piqueras, sin olvidar al presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, y al alcalde de Hellín, Ramón García, quienes han presidido el acto junto al investigador.

    Cercano y humilde, Izpisúa ha centrado su breve discurso en las madres que, como la suya, han creído en la educación para que sus hijos cambien el mundo.

    La mujer y la hija del investigador, junto a Pedro Piqueras y al obispo de la Diócesis.

    Numerosos medios de comunicación han seguido el acto.

    Izpisúa, junto al presidente de la Diputación, a su derecha, y al alcalde de Hellín.

    Gerentes de hospital, investigadores, presidentes de asociaciones de pacientes, políticos o vecinos de Hellín se han sumado al homenaje en la sede del Instituto de Estudios Albacetenses.

    El acto ha contado con la interpretación de la pianista Ángela Nanyuxing, del Real Conservatorio de Música y Danza de Albacete.