• Izpisúa regresa a casa

    izpisua

    Fotografía: UCLM

    El investigador español se reunirá en diciembre con los alumnos del instituto hellinero de secundaria que lleva su nombre. De origen humilde e infancia complicada, Juan Carlos Izpisúa quiere cumplir con una de sus máximas: “Los investigadores debemos explicar nuestra labor a la sociedad”. Este referente mundial de la investigación biológica, empeñado en generar órganos válidos para trasplantes, no ha dudado al aceptar la invitación del IES Izpisúa Belmonte.

    Responsables del centro han destacado la cercanía y amabilidad del científico. De hecho, en su última visita, ya celebró un coloquio con los alumnos. Y es que Izpisúa es el mejor ejemplo de superación, de que ante el esfuerzo no hay límites. A pesar de sus orígenes humildes, que le obligaron a compaginar estudios y trabajo, se licenció en Farmacia con todos los honores. Fue Premio Extraordinario fin de carrera.

    Trabaja en el cultivo de órganos y en la modificación genética

    Farmacéutico y bioquímico, es uno de los científicos españoles más premiados. Trabaja en el cultivo de órganos y en la modificación genética con el fin de acabar con las enfermedades hereditarias. Eso sí, su afán de superación y su empeño por cambiar el mundo a base de investigación le han obligado a marcharse de España. Llegó a crear el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona e imparte conferencias en su país cuando le brindan la ocasión, pero su vida y su trabajo están en Estados Unidos, en California, en el Instituto Salk de Estudios Biológicos.

    Nacido en Hellín, Izpisúa tiene una vida de película, tanto por sus logros científicos como por sus orígenes humildes. No tuvo ninguna facilidad para estudiar porque las circunstancias le obligaron a trabajar desde la adolescencia. Sin embargo, a sus 56 años, hay quien vaticina que, tarde o temprano, conseguirá un Nobel. Marcado por una madre coraje, la falta de apoyos políticos y financieros le obligaron a investigar lejos de casa, lo que no ha impedido que se acuerde de su tierra.