• Los casos de artrosis aumentan entre los jóvenes

    La artrosis es una enfermedad reumática muy frecuente. Se estima su prevalencia en torno al 29,35% en mayores de 40 años. Esto supone una afectación superior a los 7 millones de personas en España y a más de 600 millones de personas en el mundo.  No obstante, actualmente, la detección temprana ha revelado un aumento en los casos de artrosis en personas más jóvenes.

    Cada vez más jóvenes padecen artrosis

    “Tradicionalmente era considerada una enfermedad vinculada a la edad avanzada, pero ahora la artrosis afecta también a individuos entre sus 30 y 40 años. Este fenómeno es atribuible a una combinación de factores”, según ha recalcado el Dr. Francisco Castro. Él es reumatólogo del Centro Médico Teknon de Barcelona y uno de los coordinadores del ‘IV Curso de Artrosis de la Sociedad Española de Reumatología’. El curso se ha celebrado, este fin de semana, en Madrid.

    El especialista ha puesto de manifiesto que “además de la predisposición genética y ciertos patrones laborales, el incremento de actividades deportivas que implican sobrecarga articular ha emergido como un factor de riesgo para una artrosis temprana». La práctica creciente de deportes de alto impacto, sin la preparación adecuada, contribuye al desgaste articular prematuro, indica.

    Por otro lado, -ha añadido- “el aumento de la obesidad representa un factor de riesgo crucial. No sólo incrementa la carga en articulaciones de carga como las rodillas y caderas, favoreciendo la artrosis precoz». También se asocia con artrosis en articulaciones de no-carga mediante mecanismos de metaflamación (la inflamación metabólica que acompaña a las patologías metabólicas).

    La regeneración articular en artrosis

    Por su parte, la Dra. Lola Fernández de la Fuente Bursón, del Servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa (Sevilla), ha explicado que “las terapias regenerativas en artrosis buscan un enfoque más integral». Un enfoque donde no sólo se pretende aliviar síntomas, sino actuar en las distintas estructuras articulares afectadas, modificando así el curso de la enfermedad.

    «Dentro de los candidatos a modificar la enfermedad se encuentran agentes biológicos, así como procedimientos quirúrgicos innovadores como la distracción articular. Además, las terapias con células madre, PRP y exosomas están mostrando beneficios prometedores en la modulación de la inflamación y regeneración tisular”, explica.

    Este tipo de terapias están especialmente indicadas para aquellos pacientes que se encuentran en fases iniciales o moderadas de la enfermedad. Y es que su potencial para regenerar el tejido es mayor en articulaciones con menos daño estructural irreversible. Los pacientes con características de progresión rápida o con un fenotipo más inflamatorio podrían beneficiarse particularmente de estos tratamientos.

    A su juicio, “los beneficios principales de las terapias regenerativas incluyen el alivio sostenido del dolor, la mejora en la función articular y el potencial de ralentizar la progresión de la enfermedad. Aunque los riesgos de estas terapias son bajos en general, existen desafíos en cuanto a la estandarización de protocolos y la variabilidad en los resultados. Aún faltan evidencias concluyentes de regeneración estructural en el cartílago a largo plazo. Pero muchos estudios muestran mejoras funcionales y analgésicas que ofrecen una alternativa para pacientes que no responden a otros tratamientos”.

    La especialista ha añadido que “el futuro de las terapias regenerativas en artrosis es prometedor, con avances en tecnologías como la bioimpresión 3D, el uso de biomateriales inteligentes, y la nanotecnología para administrar terapias de manera más precisa y duradera. La combinación de terapias sinérgicas, así como el apoyo de herramientas de inteligencia artificial y machine learning para seleccionar los pacientes adecuados, son pasos importantes hacia un tratamiento más personalizado y efectivo”.

    Principales avances y retos

    En la actualidad hay varias moléculas en ensayos clínicos en fases avanzadas y se espera que alguno pueda tener resultados “esperanzadores”, ha recalcado el Dr. Castro. Además, hay evidencia creciente sobre técnicas de inyecciones de bloqueo nervioso y ablación por radiofrecuencia para el manejo del dolor. “Un hallazgo relativamente reciente y potencialmente interesante proviene de un análisis exploratorio de 5.522 pacientes con enfermedad de la arteria coronaria asignados al azar a tomar colchicina diariamente o placebo. Se observó que las tasas de incidencia de artroplastia total de cadera y rodilla fueron más bajas entre los pacientes que recibieron colchicina, lo que implica podría ser reconsiderada y estudiada más a fondo en el tratamiento de algunos fenotipos de artrosis inflamatoria”, según ha indicado el Dr. Cristóbal Orellana, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Parc Taulí (Barcelona) y también coordinador del ‘IV Curso de Artrosis de la SER’.

    “El principal reto actualmente en artrosis es comprender los mecanismos etiopatogénicos de la enfermedad para poder avanzar hacia una Medicina personalizada y de precisión». «Actualmente conocemos múltiples mecanismos implicados en la misma, se han definido distintos fenotipos, es decir, características diferentes que agrupan mejor a los pacientes y los diferencian entre ellos». Pero «todavía existe un camino por recorrer para identificar con precisión cuáles son los estímulos biológicos y/o biofísicos que inician el desajuste que acaba produciendo la artrosis», ha señalado el Dr. Orellana.

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *