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En un plazo a de cuatro a cinco años, Castilla-La Mancha, Aragón y Castilla y León se enfrenta a la jubilación de la mitad de sus médicos, un “agujero negro” al que el presidente Emiliano García-Page ha pedido adelantarse. Así lo ha puesto de manifiesto después de la reunión en Talavera de la Reina con sus homólogos Javier Lambán y Alfonso Fernández Mañueco.
Castilla-La Mancha, Aragón y Castilla y León defienden una sanidad sin fronteras
Las tres autonomías, Castilla-La Mancha, con Emiliano García-Page; Aragón, con Javier Lambán; y Castilla y León, conAlfonso Fernández Mañueco, han retificado hoy en Talavera de Reina un protocolo de intenciones en materia sanitaria con el fin de trabajar de la mano.
Así, los presidentes han abordado la necesidad de adelantarse al problema que va a generar la jubilación de los médicos, pero también han decidido unirse para compartir datos sanitarios, como hará en breve Castilla-La Mancha con Canarias. Y es que defienden que el historial médico de un paciente se pueda consultar, en situación de necesidad, en cualquier punto de España donde tenga que se tratado.
En esta reunión, se ha acordado que Talavera de Reina asuma pacientes de Ávila y que Aragón haga lo propio con los de Molina de Aragón. En este contexto, García-Page ha defendido una España sin barreras sanitarias que debe trabajar en sintonía al margen de colores políticos.
García-Page ha anunciado el tratamiento de ictus y la posibilidad de hacerse un cateterismo a las más de 30.000 tarjetas sanitarias que Castilla-La Mancha atenderá de Castilla y León.
