• «De intuir una guerra a vivirla, hay un abismo»

    El Dr Julio Carbayo ha sido el médico de la Base Aérea de Los Llanos

    El Dr Julio Carbayo Herencia no deja de pensar en los militares de la Base Aérea de Los Llanos desplegados en Bulgaria. Mientras la tensión con Rusia crece con el ataque a Ucrania, se le ponen los pelos de punta. Como médico militar, aún recuerda rescatar a los heridos entre el fuego talibán en Afganistán. Y es que «de intuir una guerra a vivirla, hay un abismo», reflexiona ahora.

    El médico militar Julio Carbayo ingresa este 24 de febrero en la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha

    El médico militar Julio Carbayo reza para que no haya guerra. Y es que, en su opinión, por mucho que te preparen, nadie se imagina lo que es hasta que lo vive. Pero cuando uno entra en el Ejército, aunque sea personal sanitario, sabe que la posibilidad está ahí.

    Después de más de media vida en la Base Aérea de Los Llanos, el Dr Carbayo tuvo que ejercer la medicina en dos conflictos, el de los Balcanes y la Guerra de Afganistán. En el primero, tuvo la fortuna de no trabajar en el frente, por lo que en ningún momento tuvo la sensación de peligro. Sin embargo, en la segunda ocasión se vio estabilizando y trasladando heridos al helicóptero medicalizado entre fuego de metralla.

    Entre la Aeronáutica y la Medicina

    Apasionado de la Aeronáutica y la Medicina, este médico, de cabeza privilegiada, tenía asumido que toda profesión sanitaria es de riesgo, por lo que unir sus dos pasiones como médico en la Base Aérea de Los Llanos, donde estuvo de 1983 a 2013, fue un privilegio.

    Sobresaliente en su faceta militar y en la docente e investigadora, el Dr Carbayo sellará este 24 de febrero su entrada en la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha, donde, precisamente, su discurso de ingreso versará sobre la adaptación de la fisiología humana a la altitud y al vuelo.

    Este médico, natural de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), es un referente en la investigación del riesgo cardiovascular, pero también ha sido profesor de medicina aeronáutica. No ha parado de investigar a sus pacientes, ya que desafiar las leyes de Newton tiene unas consecuencias físicas y psicológicas en los pilotos que él ha tratado durante décadas. De hecho, era el primero que llegaba al lugar del accidente cuando se estrellaba un avión, lo que, por desgracia, ocurrió en repetidas ocasiones, sobre todo en los años 90.

    Y es que un médico militar, como la ha sido él en la Base Aérea de Los Llanos, equivale a hacer las veces de facultativo de Urgencias, de Medicina Familiar y del Trabajo.

    Hombre de Ciencias, estudió Medicina en Santiago de Compostela porque su padre estaba destinado en Lugo. Pero antes de iniciar la licenciatura cursó un año que le amplió sus miras hacia la Física, otra alternativa que le apasionaba.

    Miembro del Grupo de Enfermedades Vasculares

    Fueron las milicias universitarias las que le abrieron los ojos para unir la Medicina al Ejército del Aire. Con el tiempo, el Dr Carbayo pudo repartir su tiempo entre la docencia y la investigación, entre la medicina aeronáutica y el riesgo cardiovascular, hasta convertirse en doctor universitario, firmar más de 200 comunicaciones y 80 artículos.

    Ha sido profesor asociado en la Facultad de Medicina, presidente de la Sociedad de Medicina y Cirugía, miembro del Grupo de Enfermedades Vasculares de Albacete y, en definitiva, una mente inquieta que, a sus 68 años, tiene mucho que aportar a la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha.

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *