• La enésima avería de la resonancia

    Albacete 22/02/03.-Imágen de la Resonancia Magnética del Complejo Hospitalario y Universitario de Albacete.

    Imagen, de 2003, de la Resonancia Magnética del Hospital Universitario de Albacete. Fotografía: Sanidad.

    La tecnología del Hospital General Universitario de Albacete sigue haciendo aguas. Una vez más, ha fallado la resonancia magnética y si algún paciente la necesitara este fin de semana tendría que ser trasladado en ambulancia hasta un centro privado. Y es que la única máquina de estas características que tiene la sanidad pública, la del Hospital General, data de 2002 y en la actualidad no deja de fallar.

    El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha aprobaba en julio una inversión de más de tres millones de euros para la renovación de las resonancias magnéticas de los hospitales de Albacete, Ciudad Real, Toledo, Guadalajara, Talavera de la Reina y Alcázar. De hecho, desde el mes de abril, el Gobierno regional está anunciando un Plan de Renovación Tecnológica del equipamiento del Sescam para los próximos cinco años (2016-2021), que estaría dotado con 26,4 millones de euros.

    Pero los especialistas consideran que Albacete necesita un plan de choque de efecto inmediato, porque si este fin de semana ha sido la resonancia, el TAC ha sufrido al menos tres averías en seis meses.

    La resonancia del Hospital costó 1,2 millones de euros y, en 2002, supuso un importante avance. Sin embargo, ahora, sus continuos problemas están demostrando que el Plan de Renovación Tecnológica no va al mismo ritmo que las averías.

    La llegada de la resonancia magnética a la sanidad pública albaceteña supuso un hito. El Hospital informó entonces de que para su instalación se tuvieron que llevar a cabo obras de adecuación de espacios en el Servicio de Rayos X, “para dar cabida a la nueva tecnología formada por aparataje de última generación con un instrumental de elevada precisión en los diagnósticos”. El montaje de los mismos corrió a cargo de técnicos italianos, que se encargaron de realizar los ajustes de equipamiento y pruebas.

    En aquella época también se habló de una segunda máquina para Hellín, pero a día de hoy el hospital concierta con la sanidad privada este tipo de pruebas diagnósticas.