• La factura del SIDA

    El Sescam ha adjudicado a cinco farmacéuticas la compra de antirretrovirales, fármacos para tratar el VIH, por valor de 7,8 millones de euros. Esta cifra es la prueba de que el SIDA, aunque sólo salte a la opinión pública el 1 de diciembre, sigue ahí. Y el mínimo de la factura que acarrea es el precio de los fármacos, ya que este virus, aún incurable, se sigue cobrando vidas.

    Nueve personas murieron en 2014 víctimas del virus del sida en Castilla-La Mancha, siete hombres y dos mujeres. Dos eran albaceteños, tres residían en Ciudad Real y cuatro, en Toledo. La medicación prácticamente cronifica la enfermedad, pero estos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) prueban que este virus ni se cura ni se acaba de prevenir.

    Desde 1981, año en el que se identificó el virus, se han diagnosticado 1.533 casos de SIDA en Castilla-La Mancha, de los que han muerto la mitad. Según las estadísticas del Plan Regional del SIDA de Castilla-La Mancha, las nuevas víctimas son hombres de entre 25 y 39 años. El Comité Antisida de Albacete advierte de que se ha bajado la guardia. Vuelven los contagios y la discriminación.

    De los 1.533 casos de SIDA declarados en el Registro Regional desde 1981, veintiún casos fueron diagnosticados en el año 2010, quince en el año 2011, veintisiete en el año 2012, quince en 2013 y nueve en 2014, aunque es previsible que se declaren más casos.

    Y es que, aunque el SIDA se haya convertido en una enfermedad crónica, el tratamiento es muy duro.

    Además, si difíciles son los fármacos del SIDA no lo es menos vivir con él. El Comité Antisida de Albacete denunciaba el pasado 1 de diciembre que aún hay empresas donde obligan a sus trabajadores a hacerse análisis para buscar el VIH.

    ¿Qué es el SIDA?

    El término síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) designa a un síndrome clínico grave que fue utilizado por primera vez en 1981 para englobar a un conjunto de enfermedades caracterizadas por la pérdida de la inmunidad celular en adultos.

    Posteriormente quedó establecido que el SIDA se corresponde con la fase clínica tardía de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), un retrovirus del cual se han reconocido dos tipos (VIH-1 y VIH-2), que son diferentes desde el punto de vista serológico y geográfico, pero tienen características epidemiológicas similares.