La Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama y Ginecológico (AMAC) se suma a la celebración del Día Internacional del Linfedema con una charla sobre esta patología, que impartirá la fisioterapeuta de AMAC, Pilar Soriano Moreno, en el salón de actos del Hospital Perpetuo Socorro, donde expondrá que el cáncer de mama y ginecológico es el más frecuente en las mujeres de los países desarrollados, de hecho, una de cada ocho mujeres sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida. De los 26.000 nuevos casos que se diagnostican al año en nuestro país, unos 200 son en mujeres albaceteñas. La mayor parte de los casos se detectan entre los 35 y los 80 años.
Son precisamente los tratamientos para combatir dicha patología los que pueden provocar efectos secundarios que afectan a la calidad de vida de las afectadas. Una de esas complicaciones en el caso de las mujeres mastectomizadas y que se someten al vaciado linfático es el linfedema, una dolencia que en el 75% de los casos aparece durante el primer año tras la cirugía.
El linfedema, según la fisioterapeuta Pilar Soriano, es la acumulación de líquido rico en proteínas en el espacio intersticial, que obedece por lo general a un fallo o a una insuficiencia en el sistema linfático, y derivado de ello ocasiona el aumento del volumen de las extremidades, en forma completa o parcial, y la desaparición de los relieves que por debajo de la piel se aprecian.
De hecho, después de la cirugía y la extirpación de los ganglios de la axila o la ingle existe un riesgo de hasta un 10% de desarrollar por parte de las afectadas un linfedema. Si además de lo anterior, las pacientes reciben radioterapia en la axila el riesgo de sufrir esta dolencia aumenta hasta el 20 o el 25%.
Además, la incidencia del linfedema en mujeres es de un 83% frente al 17% en hombres (que pueden sufrir esta complicación tras ser intervenido de un cáncer de próstata).
Uno de los tratamientos más efectivos frente al linfedema es la fisioterapia, que tiene el papel de prevenir y tratar esta complicación, promoviendo la recuperación funcional de la extremidad afectada, aunque la curación total no es posible.
Precisamente los dos fisioterapeutas que trabajan en AMAC ofrecen los tratamientos de atención al linfedema a las mujeres afectadas, tanto en su sede, como de manera itinerante en algunas localidades, como La Gineta, Mahora, Balazote y Tarazona de la Mancha, con el fin de acercar este servicio tan demandado al mundo rural. De esta forma, AMAC actúa como una extensión de la administración, vía convenio, ofreciendo este servicio, lo que permite reducir la demora que a este respecto pueda tener el servicio de atención al linfedema del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.
Durante el pasado año 2017 los fisioterapeutas de AMAC realizaron 2.000 intervenciones de rehabilitación del linfedema entre las mujeres socias afectadas.