El efecto María Carrilero, pendiente de un trasplante de médula por una leucemia, toma las dimensiones en Albacete que tuvo el caso Pablo Ráez en Málaga. En la Hermandad de Donantes de Sangre de Albacete dicen, literalmente, que están “desbordados” y el Banco de Sangre trabaja para habilitar nuevos puntos de extracción. Y es que entrar en el registro de donantes de médula (REDMO) lleva un proceso que puede tardar meses. Además, el donante potencial debe saber que su receptor puede necesitarlo ahora o dentro de diez años, en Albacete o en cualquier punto del planeta.
María Carrilero, como Pablo Ráez en su día, está logrando que la necesidad de donantes de médula cobre protagonismo y, lo más importante, voluntarios. El problema es que la Gerencia de Atención Integrada de Albacete tiene que asumir una demanda que se ha multiplicado. El subdirector médico del Área Integrada de Albacete, Alberto Sansón, ha explicado que el hospital se ha enfrentado en mayo a la misma demanda que tuvo durante todo el año pasado, de ahí que ahora se encuentre con un cuello de botella que está tratando de solucionar.
A través de la Hermandad de Donantes de Sangre de Albacete, el Banco de Sangre está citando mañana y tarde -unas 25 personas diarias- para las extracciones. El problema está en que la creciente demanda se enfrenta a un proceso lento para el que faltan recursos. Primero el donante potencial tiene que recibir información sobre la donación de médula, después le tienen que extraer la sangre -ahora están dando cita para finales de junio- y, por último, pasarán semanas e incluso meses hasta que el donante entre en ese registro mundial.
Una vez en ese listado de potenciales donantes, el 95% no recibirá una llamada para un trasplante nunca; al 5% lo llamarán para un segundo estudio y, de ese mínimo porcentaje, sólo un 40% llegará a donar médula. Llegados a este punto, hay dos caminos, realizar una extracción del hueso de la cadera o conseguir las células madre mediante sangre periférica, es decir, con una extracción, situación esta última con la que se resuelven el 80% de las donaciones.
El efecto María Carrilero salvará numerosas vidas en un futuro gracias a este efecto llamada, pero las personas que hoy hacen cola en la puerta de la Hermandad de Donantes de Sangre de Albacete no podrán ayudarla a ella, podrán salvar las vidas de quienes vengan detrás. No obstante, aún hay tiempo para encontrar un donante compatible registrado en cualquier punto del planeta.
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El Hospital amplía los recursos
El Sescam acaba de confirmar que ya cuenta con un segundo punto de atención. Sin necesidad de cita previa y como medida provisional, los profesionales atenderán en el semisótano del Hospital General Universitario de Albacete de cuatro a siete de la tarde. La Gerencia de Atención Integrada había barajado el Centro de Salud Zona VIII como segundo punto para atender la creciente demanda de donantes de médula, pero finalmente dará respuesta dentro del mismo hospital.
En cualquiera de los casos, los interesados en donar médula deben dirigirse al Hospital General de Albacete y preguntar por la Hermandad de Donantes de Sangre, que es quien está coordinando.